Ahora la tormenta va camino a Puerto Rico, a donde se prevé que llegue el miércoles con una “fuerza y violencia que no hemos visto en generaciones”, dijo el gobernador Ricardo Rosselló.
Desde su cuenta de Facebook, el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit, dijo que “los informes iniciales hablan de amplia devastación” y expresó el temor de que las lluvias provoquen deslaves mortíferos.
“Hasta el momento los vientos han arrancado los techos de casi todas las personas con las que he hablado tenido algún contacto”, escribió Skerrot. “El techo de mi residencia oficial fue uno de los primeros”.
Y pidió ayuda internacional: “Necesitaremos ayuda, amigos míos, necesitaremos ayuda de todo tipo”.
El vórtice del peligroso huracán pasó el lunes por la noche sobre la isla, antes de remitir brevemente a categoría 4 horas después y luego recuperar su categoría 5.
Los vendavales y aguaceros azotaron durante horas la montañosa Dominica. Un inspector de policía en la isla, Pellam Jno Baptiste, dijo el lunes por la noche que no había reportes inmediatos de víctimas pero que era demasiado peligroso para los agentes hacer una evaluación completa mientras soplaba la tormenta.
“No podemos movernos de donde estamos”, dijo en una breve entrevista por teléfono mientras se refugiaba del segundo huracán de categoría 5 que sufre la región este mes.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos reportó que la peligrosa tormenta de categoría 5 llegará a las Islas Vírgenes y Puerto Rico entre el martes por la noche y el miércoles.
El martes, los vientos sostenidos máximos de María eran de casi 260 kilómetros por hora (160 millas), su centro estaba a unos 240 kilómetros (150 millas) al suroeste de St. Croix y avanzaba hacia el oeste-noroeste a 17 kph (10 mph).
Los meteorólogos advirtieron que María conservaría la categoría 4 o 5 hasta pasar los territorios estadounidenses de Islas Vírgenes y Puerto Rico.
Sus vientos huracanados se extendían a 45 kilómetros (35 millas) y los vientos con fuerza de tormenta tropical hasta 205 kilómetros (125 millas).
Se emitieron alertas por huracán para las Islas Vírgenes Estadounidenses y Británicas, Puerto Rico, Guadalupe, Dominica, San Cristóbal, Nevis y Montserrat. Se emitió alerta de tormenta tropical para Martinica, Antigua y Barbuda, Saba, San Eustacio, San Martín y Anguilla.
Según los meteorólogos, la marejada podría elevar los niveles del mar en 1,8 a 2,7 metros (seis a nueve pies) cerca del vórtice. Se pronosticaban 25 a 38 centímetros (10 a 15 pulgadas) de lluvias en las islas.
Cerca de su camino se encuentra la isla de St. Croix en las Islas Vírgenes Estadounidenses, donde el gobernador Kenneth Mapp dijo que les aguarda “una noche muy, muy larga”.
En la vecina Puerto Rico, casi 70.000 personas carecían de suministro eléctrico desde el paso de Irma y unas 200 permanecían en refugios.
Rosselló dijo que Puerto Rico tenía 500 refugios con capacidad para 133.000 personas en el peor de los casos. Añadió que la Agencia Federal de Manejo de Emergencias estaba preparada para llevar agua potable y ayudar a restaurar el suministro eléctrico después de la tormenta, que podría llegar con fuerza de categoría 5.
