Aunque el huracán Irma se alejó del territorio nacional, el temor no se va de quienes viven a orillas del río Ozama en precarios barrios del Distrito Nacional y Santo Domingo Norte.

En el caso de La Ciénaga, en esta capital, las 12 familias que desde el pasado miércoles fueron alojadas en el local del Cuerpo de Bomberos, se retiraron a las 9:30 de la mañana de ayer a sus hogares.

La calma del tiempo junto al temor de que sus viviendas sean saqueadas, incidieron en que abandonaran el albergue habilitado por la Alcaldía del Distrito Nacional.

Pero las lluvias que dejó a su paso el huracán aumentó levemente el nivel del río, cuyas aguas amenazan con entrar a las frágiles casas instaladas en su ribera.

“Todavía no podemos decir que estamos salvados. El río sube después y tenemos que estar preparados para salir corriendo”, expresó Hernando Feliz, cuya vivienda fabricada con planchas de zinc ha sido parcialmente destruida por tormentas pasadas.

Mantienen vigilancia

En tanto, en Los Guandules no hubo necesidad de habilitar refugios, según contó el encargado de la Defensa Civil de esa localidad, Vicente Abreu, quien estuvo inspeccionando el área ayer.

En ese sentido, el comunitario Marino Pérez, en compañía del equipo de socorro, informó que se mantienen atentos en caso de que se necesite desplazar familias.

Allí, se observó en horas de la mañana una brigada del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones cortar y recoger ramas de árboles tiradas en el suelo. Otros que se marcharon a sus casas fueron las 150 personas que estuvieron refugiadas en la funeraria municipal de La Zurza, Distrito Nacional.

Refugiados que piden desalojo

La mayoría de ellos regresaron a sus casas de madera a orillas del Ozama, de donde han pedido en reiteradas ocasiones ser desalojados.

Dileysi Castro se mantiene en alerta por si tiene que ir junto a su familia al refugio municipal. Mientras las 265 familias que pueblan la ribera Ozama en Santo Domingo Norte, sector Los Coordinadores, se mantienen en sus viviendas; algunos tomaron precauciones para que sus ajuares sufran menos daños en caso de que entre el agua a las casas. En este lugar los propios afectados elaboran su plan de contingencia.

Ante el paso de Irma por territorio dominicano, 18 personas se refugiaron en una vivienda prestada solo para situación de emergencia.

Dinamismo retorna al Gran Santo Domingo

Las actividades rutinarias de los barrios quedaron reanudadas ayer. Colmados, bancas, salones, barberías y otros negocios volvieron abrir sus puertas. Y el dinamismo comercial en las calles de las barriadas que generan las ventas de alimentos, artículos personales y de otra índole, retornó a su normalidad. El paso de Irma no afectó la parte Sur del país como se esperaba; gracias a esto, los sectores ubicados en zonas de riesgo no han sufrido daños.

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