Betances redacta “Los diez mandamientos de los hombres libres:
Abolición de la esclavitud

Libertad de cultos
Libertad de palabra
Libertad de imprenta
Libertad de comercio
Derecho de reunión
Derecho de poseer armas
Inviolabilidad del ciudadano
Derecho de elegir nuestras autoridades.[1]

La revolución francesa del 48 es la Revolución Cubana de 1895 descendiendo de la misma madre, y si ellas no son enteramente hermanas son por lo menos primas hermanas. Ramón Emeterio Betances, [2]

“Sin independencia no seremos nunca sino la eterna colonia de España”. Ramón Emeterio Betances, [3]

El texto, mejor dicho, el libro que vamos a seguir trabajando en esta serie, es “Humanismo y soberanía”, autoría del filósofo Carlos Rojas Osorio. Amigo de muchos años y compañero de la gran aventura que fue el proyecto Atlanta que auspició la Universidad de Puerto Rico.

De hecho, este trabajo se hizo bajo los auspicios de este esfuerzo colectivo de varias universidades.

El primer pensador, yo diría político, más bien, fue Ramón Emeterio Betances, el gran soñador de la independencia de Puerto Rico durante la segunda mitad del siglo XIX. Un elemento interesante es que este puertorriqueño nacido en Cabo Rojo en 1827, tenía padre dominicano, Felipe Betances. Su madre sí era oriunda de Puerto Rico, la señora María del Carmen Alacán. Médico de profesión, y un elemento interesante y casi prohibido en la época, su tesis para obtener el grado de doctor fue acerca de las causas del aborto. En Puerto Rico revalidó su título en 1856, convirtiéndose en médico cirujano.

Como bien afirma Rojas Osorio, Betances a pesar de su sentido de hombre de ciencia, tenía una sensibilidad especial. Amó la libertad, y estaba en desacuerdo con el régimen colonial español, por esta razón estableció una organización secreta para luchar contra la esclavitud. Esta decisión hizo que el gobierno colonial lo desterrara. En 1863 estallaba la guerra de Restauración en la parte este de la isla de Santo Domingo, a la sazón colonia española por obra y gracia de La Anexión que propició Santana. Colabora como puede con los restauradores.

El destierro fue su signo. Las autoridades españolas de Puerto Rico no lo querían. Estuvo en París, Nueva York y Cuba. Desde la distancia, en Cuba, lanzó una proclama que muchos afirman que motivó y sirvió de base a los insurrectos que luego proclamaron el Grito de Lares. Este documento decía: “Seamos uno en la revolución y en la Independencia de Cuba y Puerto Rico. Así podremos formar mañana la Confederación de las Antillas”. [4] Nota aparte: con esta afirmación vuelve a relucir si la confederación fue una idea que salió del pensamiento de Luperón, como defiende Emilio Cordero Michel, o de Betances, como afirman los historiadores puertorriqueños.

En 1868 Betances vino a la capital de la República Dominicana para formar el Comité Revolucionario de Puerto Rico. Fue descubierto y expulsado a Saint Thomas. Casi en ese momento se producía el grito de Lares en Puerto Rico. Se esperaba que con ese grito se formara una junta revolucionaria en cada pueblo de la isla. Pero la conspiración fue descubierta muy pronto. Los insurrectos decidieron proclamar en septiembre de 1868, unos 400 rebeldes tomaron la población de Lares y declararon constituida la República de Puerto Rico. Eligieron un gobierno provisional. Los enfrentamientos no se hicieron esperar. El experimento fracasó. Betances decidió ayudar en la guerra de Cuba y escribir.

Betances fue a París, incluso en 1880 fue nombrado Primer Secretario de la Legación de la República Dominicana en Francia y Encargado de Negocios en Suiza y Londres. En la llamada ciudad luz le fue concedida la condecoración de la Cruz de Caballero de la Legión de Honor francesa. En Europa se dedicó a escribir sobre medicina, botánica, física, entre otros, pero no olvidó nunca su condición de revolucionario. Desde allí ayudó a sus amigos en sus luchas políticas.

La pregunta que se impone es: ¿Cuál era el pensamiento político de este hombre singular que abogaba por una confederación antillana? Betances creía en la libertad. Como afirma Rojas Osorio: “Betances nos dice que quiere libertades, las coge: y no las espera de nadie, de gracia y merced. Somos nosotros mismos quienes hemos de lograr la libertad y la independencia; no hay que esperarlas ni de España, ni de Inglaterra, ni de Estados Unidos. De hecho, España no puede ofrecernos ninguna de las libertades, porque ella misma no las tiene. El grito de Lares significó, dice Betances, un hito en esa lucha por la libertad y la independencia”. [5]

Afirmaba Betances, que sin libertad no podía existir la felicidad de un pueblo. Para que un pueblo sea feliz, afirmaba el político puertorriqueño, era necesario que pudiese disfrutar de las virtudes republicanas que eran la libertad, el derecho y la justicia. Betances, dice Carlos Rojas, afirmaba en sus escritos y en sus discursos que la patria, la justicia y la libertad eran los más sagrados y elevados valores de un pueblo:

Soy siempre el mismo en la superficie, ansioso que luzca en nuestro país la libertad y todos los bienes que de ella se derivan. Eso sí: yo quiero la libertad bien mascada y tragarse sin causar ninguna irritación…

El pueblo debe conocer los derechos y las libertades por los cuales debe luchar…

La libertad de ir al unísono con la justicia y la igualdad. Aspiramos a una república libre y de hombres de bien. [6]

Los estudiosos del pensamiento de Betances afirman que en sus ideas se refleja claramente un liberalismo revolucionario heredado de la revolución francesa. Un dato interesante, a diferencia de otros liberales que abrazaron el pensamiento de Augusto Comte, Betances se pronunció en contra del positivismo porque laceraba la libertad. Carlos Rojas Osorio lo define así:

En breve, Betances es el padre de la patria: científico activo, pensador político de grandes luces y político comprometido a lo largo de toda su vida con los ideales de la justicia y la libertad que le servirán de alma y motor ideológico para su incansable lucha por la independencia de Cuba y Puerto Rico. [7].
______________________________________
[1] Carlos Rojas Osorio, Humanismo y soberanía. De Betances a Mari Brás, Humacao, Puerto Rico, 2013, p. 13
[2] Ramón Emeterio Betances, Las Antillas para los antillanos”. Citado por Carlos Rojas Osorio, Op. Cit. P. 22
[3] Ramón Emeterio Betances, citado por Carlos Rojas Osorio, Op. Cit. P. 31
[4] Citado por Rojas Osorio,
Op. Cit., p. 13
[5] Rojas Osorio, Op. Cit., p. 31.
[6] Citado por Rojas Osorio,
Op. Cit., p. 33.
[7] Ibidem. P. 35.

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