En la continuación de mis entregas relacionadas con el planteamiento de algunas disposiciones y reglas importantes para escribir y hablar correctamente el idioma español, presento a continuación algunos aspectos necesarios como son los métodos:

Método de Marcha Sintética

El propósito fundamental de los métodos que pertenecen a este grupo, es el de lograr la correspondencia a partir de los elementos mínimos en un proceso que consiste en ir de la parte al todo. Los elementos mínimos de lo escrito son las letras y de lo oral son los fonemas.

1.- Definen una secuencia gradual:
– Primero estudio de todas las letras del abecedario.
– Después las sílabas
– Luego las palabras
– Finalmente las frases.

2.- Consideran que para lograr una lectura suficientemente expresiva y comprensiva, se requiere de la realización de los pasos antes mencionados y de un buen período de tiempo.
3.- Facilitan al maestro la programación sistemática.

4.- Asocian imágenes visuales, motrices, vocales, digitales, auditivas en todos los ejercicios.

5.- Asocian los fonogramas con los significados sólo en la parte final.

6.- Manejo de la afectividad (historietas y canciones).

Objeciones:
– Requiere de tiempo para el logro de la comprensión de un texto escrito, ya que los temas, no siempre guardan relación con la experiencia personal, las necesidades o las expectativas de los alumnos.

– El sistema de escritura se concibe como la transcripción del lenguaje oral, como su imagen; por ello, inicialmente el aprendizaje de la lectura y la escritura es una cuestión mecánica, es decir, que se trata de adquirir la técnica del descifrado del texto. Pero sabemos que en ningún sistema de escritura existe una total correspondencia entre sonido y letra.

Métodos de marcha analítica

Para estos métodos, la lectura es un acto “global” e “ideovisual”, postulan que las visiones de conjunto preceden al análisis en el espíritu infantil.

De acuerdo con estas ideas, primero es el reconocimiento global de las palabras u oraciones y posteriormente el análisis de los componentes.

Los principios psicológicos en que se basan estos métodos son:

1.- Interés del niño.
– El niño sólo puede sentir interés por aquello que percibe como una necesidad para él.
– El aprendizaje nace del deseo de
comunicación con los demás.
– La motivación surge de aquello que tiene relación con la experiencia personal y que provoca la creación de ideas y textos propuestos por iniciativa propia.

2.- Globalización.
El niño de seis o siete años tiene una percepción sincrética; es decir, que percibe más fácilmente la totalidad que las partes; ya que su percepción es una visión en conjunto.

Objeciones:
– Carecen de unanimidad en la determinación del momento en que debe introducirse al alumno en el análisis de los elementos simples.
– Los principios subyacentes son del orden psicológico principalmente.
– Los principios lingüísticos requieren de profundización y de actualización.

Los dos grupos de métodos que acabamos de mencionar se diferencian en sus concepciones acerca de la naturaleza de la Lengua Escrita, del funcionamiento psicológico del individuo, de la enseñanza, del aprendizaje, etc. Y de acuerdo con Ferreiro, autor de “Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño”, ambos enfoques dan predominancia a las habilidades perceptivas descuidando dos aspectos fundamentales:

– La competencia lingüística del niño.
– Sus capacidades cognoscitivas.

Durante la aplicación de un método, el alumno se convierte en la materia prima cuyo ritmo de desarrollo individual es ignorado, se limita a escuchar, a obedecer instrucciones y al final es evaluado con criterios ajenos a su propio proceso, e inclusive al del grupo.
El docente se olvida de que cada grupo y cada niño en el grupo sigue un proceso distinto; se reduce a un ser mecánico cuya tarea consiste en repetir siguiendo al pie de la letra los pasos especificados por el método; es decir, que renuncia a la calidad de ser humano creativo y pensante.

De acuerdo con Freinet, autor de “Las técnicas Freinet de la escuela moderna”, conducir el proceso educativo limitándose a seguir los pasos de un método, equivale a intentar enseñar a andar en bicicleta, pedaleando una bicicleta inmóvil con ejercicios aburridos y muertos, a través de lecciones teóricas que explicarían los principios fundamentales del equilibrio los gestos que garantizarían una dirección sin fallo. Todo esto como requisito indispensable para autorizar a un alumno a montar bicicleta.

Continuando con lo referente a los modos de enseñanza, Mario Lodi, autor de “El país errado”, nos refiere: “A veces los amigos me preguntan cómo me las arreglo para trabajar en la escuela y para tenerla llena. Insisten para que les escriba un método, que les indique con precisión los programas, las asignaturas, las técnicas didácticas. Se equivocan al formular la pregunta, no deberían preocuparse por cómo debe enseñarse en la escuela, sino por cómo es uno para poder enseñar”.

Es importante analizar una idea más: Se piensa con frecuencia que el que domina un conocimiento puede generarlo en otros, y esto sabemos que es falso y como ejemplo específico en la enseñanza de la lectura y la escritura tenemos que todo docente lee y escribe, conoce formalmente la Gramática de la Lengua Española; ha terminado la carrera de profesor de educación primaria; conoce uno o varios métodos de enseñanza pero; todo esto no es suficiente.

Finalmente sólo mencionaremos que existen dos posturas centrales para el proceso constructivo de la Lengua Escrita. Una enfatiza las actividades del que enseña y la otra las actividades del que aprende. Al respecto diremos que analizar el proceso constructivo de la Lengua Escrita sólo desde el punto de vista del que aprende, equivale a intentar analizar el funcionamiento de cualquier órgano humano de manera aislada, olvidando que afecta a todo el organismo.

Nuestra concepción acerca de dicho proceso es que debe ser analizado como una unidad funcional entre enseñanza y aprendizaje, al interior de un proceso socio-histórico y, que por lo tanto, está conformado por una infinidad de factores tanto individuales como sociales.

La Lengua Escrita se enseña y se aprende de manera:
Formal: En el sistema convencional y tradicional, estratificado y oficializado (la escuela).

Informal: La sociedad brinda una gran cantidad de oportunidades y experiencias, sin los propósitos de enseñar o de aprender a leer y a escribir.

No formal: A través de la información que es estructurada en un marco NO escolar, y que tiene el propósito de enseñar y de aprender a leer y a escribir.

Como sabemos, nuestro contexto de enseñanza-aprendizaje es el formal pero, de ninguna manera implica que debamos ignorar o desconocer otras enseñanzas y otros aprendizajes que influyen y conforman nuestra actividad en el aula.

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