La ciudad de Houston, castigada con inundaciones tras el paso de Harvey, comenzó a sepultar a sus muertos y adoptar medidas con vistas a una recuperación.

HOUSTON — Una ciudad de Texas que perdió su sistema de agua potable debido a Harvey enfrentaba dificultades el domingo para restablecer el suministro mientras los bomberos vigilan una planta química inundada donde ha habido un par de explosiones desde que el huracán tocó tierra hace más de una semana.

Las autoridades de Beaumont, localidad de casi 120.000 habitantes, trabajaban para reparar la planta potabilizadora, que quedó inutilizada cuando la crecida del río Neches inundó el principal sistema de admisión y las bombas de respaldo fallaron.

El Cuerpo de Bomberos del Ejército envió bombas, y un equipo de ExxonMobil construyó e instaló una tubería temporal de admisión de aguas en un intento por reabastecer una represa de la ciudad. Exxon tiene una refinería y plantas químicas en Beaumont.

En Crosby, en las afueras de Houston, las autoridades mantenían la vigilancia sobre la planta Arkema, donde tres remolques que contienen sustancias altamente inestables se incendiaron en los últimos días, lo que causó humo negro y denso así como flamas que alcanzaron gran altura.

La ciudad de Houston, castigada con inundaciones tras el paso de Harvey, comenzó a sepultar a sus muertos y adoptar medidas con vistas a una recuperación que durará mucho tiempo. De acuerdo con funcionarios, por lo menos 44 personas murieron debido al temporal.

Los bomberos de la comunidad de New Waverly, a 88,5 kilómetros (55 millas) al norte de Houston, dijeron que un bebé de seis meses desapareció y quizá murió arrastrado por una corriente que lo arrancó de los brazos de sus padres cuando la familia salió de su camioneta para escapar de una inundación el domingo pasado, reportó el periódico Houston Chronicle.

El distrito escolar de Houston indicó que 12.000 estudiantes serían enviados a escuelas distintas debido a los estragos que las inundaciones causaron a las aulas. Las autoridades calculan que al menos 156.000 viviendas fueron dañadas por las anegaciones en el condado Harris, que incluye a Houston, la cuarta ciudad más grande de la nación.

Kim Martinez, de 28 años, esperaba la llegada de los ajustadores de seguros a su vecindario de clase media Southbelt/Ellington, en el sureste de Houston, que quedó devastado.

Martinez, que tiene dos hijos, recibió a varios invitados para ver la pelea de box entre el estadounidense Floyd Mayweather y el irlandés Conor McGregor el sábado pasado, pero las inundaciones los obligaron a subirse al ático.

Todos escaparon al día siguiente. Siete menores fueron rescatados por un vecino provisto de una embarcación. Las mujeres y un pastor alemán utilizaron juguetes inflables para nado, y los hombres nadaron o caminaron en medio del agua que les llegaba a los hombros.

“Uno puede estar preparado para todo pero no para una tormenta monstruosa como Harvey”, dijo Maria Martinez, de 63 años, madre de Kim Martinez.

Valerie Williams regresó a su vivienda dañada por las inundaciones pero encontró que el lodo cubría las paredes y todo estaba destruido, salvo la mesa del comedor.

“La gente dice que reza por nosotros y cosas así. Bueno, agradecemos las oraciones. De verdad. Pero lo que necesitamos es asistencia”, afirmó Williams.

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