Santiago. La construcción de la casa club del sector Embrujo III, en un terreno por donde atraviesa una cañada, mantiene enfrentada a la comunidad.
La obra, que fue retomada recientemente por la presente administración municipal, ha enfrentado por años hasta a los directivos de juntas de vecinos. El alegato de que la tierra que es sacada tapa los registros de dicha fuente acuífera, como dicen algunas personas, incluyendo propietarios de viviendas levantadas a poca distancia de la cañada, es rechazada por la Asociación de Propietarios e Inquilinos del Embrujo III.
“Desde la pasada gestión de Gilberto Serulle veníamos luchando por la casa club y observamos cómo las autoridades municipales eran permisivas con la apropiación de las áreas verdes”, expresó Ramón Céspedes, directivo de dicha asociación de inquilinos, quien dijo que la cañada no fue tapada.