Rubén Maldonado asumió la presidencia de la Cámara de Diputados este 16 de agosto y de inmediato presentó su plan de trabajo donde promete un Congreso más abierto y transparente y la aprobación de leyes trascendentales para el país.
Pero Maldonado debe enfrentar serios desafíos para cumplir con estas promesas en tan solo un año que durará su gestión.
El factor tiempo es una de las limitaciones que tiene por delante.
Cada legislatura ordinaria dura 150 días de acuerdo a la Constitución dominicana, pudiendo el Poder Ejecutivo extenderla. Pero el conocimiento, estudio, discusión y aprobación de leyes puede tardar años, en especial cuando son leyes conflictivas como las que ha dicho que empujará, tales como la ley de partidos políticos, la ley de aguas, la de ordenamiento territorial y el Código Penal, todas estas con más de 10 años en el Congreso Nacional.
Aprobar el Código Penal en este año de gestión que inició ayer es un reto, pues los diputados demostraron en la pasada legislatura que están totalmente divididos en el tema del aborto.
Producto de estas posiciones encontradas, el proyecto de ley se cayó y debe ser reintroducido nueva vez, enviado a Comisión para su estudio y pasar de una Cámara a otra, lo que se tomará su tiempo y pese a que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) tiene mayoría en el Congreso, no cuenta con toda su matrícula unificada respecto a este tema.
El presidente de la Cámara, también se refirió a la ley de partidos, que está en una Comisión Bicameral que no ha parado de trabajar con la pieza. Este tema está parcialmente fuera de sus manos, pues es con la cúpula de los partidos que los comisionados están buscando consenso, para luego rendir el informe final.
En los puntos conflictivos de la ley de partidos políticos, los dos líderes del PLD, el expresidente Leonel Fernández y el presidente Danilo Medina, tienen posiciones divergentes.
De aprobarse esta ley bajo la presidencia de Maldonado, sellaría como victoriosa toda su gestión.
Relaciones internas en el PLD
Aunque Maldonado afirma que siempre estuvo confiado en que llegaría a la presidencia de la Cámara Baja, fruto del acuerdo del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), hasta el último momento hubo incertidumbre en que sucediera ya que un grupo de diputados propugnaban que Lucía Medina siguiera al mando de ese poder del Estado.
Durante más de dos meses el vocero de los diputados del PLD, Gustavo Sánchez, apelaba por un año más para Lucía y una rectificación por parte del CP-PLD que variara dicha decisión.
La medida fue ratificada y por eso hoy día el representante de la provincia Santo Domingo asumió en ese cargo. Sin embargo, el PLD rectificó a Sánchez como vocero, por lo que no se sabe como sería la relación entre el presidente de la Cámara y el vocero de su partido después de esa diferencia.
Rubén debe ahora trabajar en restablecer las relaciones entre los diputados que defendían se cumpliera el acuerdo del Comité Político y los que pedían lo contrario.
Maldonado también pondrá a prueba su capacidad al manejarse en las corrientes internas de su partido que están divididas entre el leonelismo y el danilismo.
Como bien se sabe, Maldonado es un hombre del expresidente Fernández que no tiene de su lado la mayoría de los diputados del PLD.
Maldonado deberá enfrentar la oposición
Maldonado es un diputado respetado incluso por la oposición debido a su manejo afable y respetuoso, según refirieron los voceros del Partido Revolucionario Moderno y Partido Reformista Alfredo Pacheco y Máximo Castro Silverio, respectivamente.
Pero una cosa es la relación de amistad y otra es la política. El pasado miércoles ambos partidos lanzaron duras críticas al partido de Gobierno y rechazaron la “intromisión” de este en el Congreso. Por ese lado Maldonado no la tendrá fácil.
Retos de un Congreso “participativo”
En su juramentación Maldonado abogó por un Congreso más representativo y manifestó la necesidad de fortalecer los mecanismos de participación ciudadana que permitan acercamiento entre los representantes y los representados. Para eso anunció que se harán sesiones en cada provincia e integrará los diputados de dichas demarcaciones.
Para llevar a cabo esta medida, deberá contar con la participación no solo de los diputados de su partido, sino también los de la oposición política.
