Unidad opositora

Señor director: Hay que gritarlo ya por ante los cuatro vientos antes de que caiga la noche, que todo el que no está a favor del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana es oposición.

Señor director: Hay que gritarlo ya por ante los cuatro vientos antes de que caiga la noche, que todo el que no está a favor del gobierno del Partido de la Liberación Dominicana es oposición. Es de ahí que para sacar a los morados del poder político necesariamente en la República deberá producirse una estridente y demoledora gran unidad social de todos los espacios, movimientos y partidos que convergen en la llamada Marcha Verde.

Esta es la hora precisa y el momento perfecto para encaminar las cosas, porque el cambio de políticas y de políticos debe darse en el país. Y no solo es enfrentando a los peledeísta por los altos niveles de corrupción e impunidad imperantes en la sociedad, también es empezar a trabajar por un cambio de gobierno que verdaderamente represente las aspiraciones y las ansias de superación de los males que impiden el desarrollo de nuestro pueblo.

Cualquiera que sea de la sociedad civil, de los partidos políticos, venga de donde venga, y sea quien sea el candidato o la candidata que encarne los sentimientos y anhelos de cambio, deberá encabezar la multisectorial y multicolor boleta de la gran unidad del cambio, la cual ha de aglutinar y acoger en su seno a hombres y a mujeres que asuman el compromiso en esa dirección.

La consigna del momento es trabajar por una unidad sincera de todo el que está opuesto a este desastre, cada quien asumiendo el sacrificio de eructar a los peledeístas del poder, abandonando y dejando de lado las aspiraciones individuales y con entereza y gallardía abrazarse a un solo discurso y a una propuesta colectiva de cambio.

Esto no lo aguanta nadie. Las señales son más que claras. El país ya no soporta ver a los peledeístas en el poder.

La corrupción ha sido una de los peores vicios y debilidades del oficialismo. En sus gobiernos de 1996 al 2000 y de 2004 al 2016, la corrupción y la impunidad han sido tan visibles que sus propios dirigentes la han admitido y denunciado, pero no han hecho nada para combatirla.

Los altos dirigentes y funcionarios del PLD en momentos se han escandalizado o simplemente han admitido y criticado la corrupción de sus compañeros de partido y de gobierno.
Los gobiernos del PLD han demostrado no tener voluntad política para combatir sus indelicadezas. A partir de ahí es que se hace de prioridad nacional que la oposición se unifique y se coloque en condiciones de echarlos del poder en los venideros comicios.
Nélsido Herasme
Periodista

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