Convergencia cromática (II)

La pasada entrega comentaba mis impresiones sobre la muestra que acoge el Ministerio de Cultura, intitulada: ¨Convergencia cromática¨.

He sido testigo de la madurez conceptual y técnica de Lizett Mejía, quien presenta cinco piezas impresionantes. Basta tener en frente la obra ¨Huellas ancestrales I¨ para sentir la fuerza en las pinceladas, la vigencia de la proporción dorada que soporta y equilibra toda la energía en el cuadro. Más todavía, Lizett parece abrirnos un pasaje de color hacia lo desconocido, permitiendo que el espectador se sienta cada vez más atraído al contemplar sus ¨Huellas ancestrales II y III¨. A nuestro modo de ver, las referidas piezas son tan geniales que trazan la dirección por la que debe seguir la artista, dejando a un lado su propuesta en ¨El silencio de la memoria¨. En cuanto al maestro José Perdomo, nos encontramos con un universo de color poblado de figuras humanas, animales y vegetales, elementos que siempre han estado vigente en su producción visual, pero que ahora los resitúa de forma edulcorada, permitiendo que el color no ensombrezca el dibujo, el cual termina siendo un deleite por la cantidad de detalles y la maestría con que ha sido ubicado cada aspecto en el cuadro. Nos sorprendió encontrarnos con una pieza en la que existe una cuasi ausencia de color, en la que el artista presenta mayor cantidad de detalles en la transición hacia nuevos universos de expresión que anuncian un Perdomo completamente renovado. Antes de concluir, quisiera resaltar nuestra admiración por los trabajos de todos los artistas que integran ¨Convergencia cromática¨, por tratarse de creadores emblemáticos, verdaderamente comprometidos con la cultura nacional. Mi enhorabuena a la maestra Elsa Núñez, Lizett Mejía, Barón Arias, José Perdomo, y por qué no a Hilario Olivo, en sus funciones como curador. Todos ustedes resultan muy especiales para mí, no solo por el valor que encierran sus obras, sino también, por los lazos de amistad que me une a cada uno por ser seres sencillamente extraordinarios. Quienes no han tenido la oportunidad de visitar la muestra, les exhorto a pasar por la Sala Ramón Oviedo del Ministerio de Cultura.