Que haría Ud. si fuera presidente de un país que de acuerdo al Fondo Monetario Internacional ( F.M.I.), terminará el año 2017, con una inflación de 1,600 %. Una economía donde los depósitos del sector bancario han bajado un 95%, medidos a la tasa de cambio del mercado informal, o de la calle; donde los ingresos impositivos (no petroleros) han caído un 70 %, en términos reales; donde el Producto Doméstico Bruto (PDB), o sea, lo que se produce en el país, se ha desplomado en un 35% en cuatro años y el producto per capita un 40 %, de acuerdo al F.M.I.
Qué haría Ud. si fuera presidente de un país que, de acuerdo a un estudio en sectores muy vulnerables, hecho por Caritas, en un 57% de los hogares alguien de la familia ha reducido su consumo de comida para que otros puedan comer; 44 % de las familias han reportado que han pasado un día sin comer; y un 34% han decidido tomar medidas extremas para poder comer, tales como, vender algo de su propiedad, enviar niños a la calle a pedir comida, enviar miembros de la familia donde otros familiares para reducir la presión alimentaria. Y que, de acuerdo al mismo estudio, solo un 38% puede comprar huevos; solo un 33% puede adquirir carne de pollo y un 34% utiliza margarina, o aceite para cocinar. Y como resultado de todas estas carencias, y de acuerdo a un articulo publicado por la revista Project Syndicate, un 74% de la población ha perdido involuntariamente 19 libras de peso.
Que haría Ud. como gobernante de un país donde la “grave escasez de medicamentos y suministros médicos hace extremadamente difícil …obtener atención médica esencial. En agosto (2016), una red de residentes médicos que trabajan en hospitales públicos en todo el país, reportó una severa escasez de medicamentos básicos en el 76 por ciento de los hospitales encuestados, frente al 55 por ciento en 2014 y el 67 por ciento en 2015.”
Pues, que haría Ud., apreciado lector: ¿Pedir excusas? ¿Renunciar? Estas parecerían ser alternativas razonables. Pero, desafortunadamente, ese no fue el camino tomado por el gobierno del presidente Maduro. Ignorando toda responsabilidad por una crisis provocada por un administración incompetente, que ha dilapidado los recursos de unos de los países mas ricos del mundo, el presidente Maduro convocó a unas elecciones hechas a su medida, para crear una asamblea constituyente hecha a su medida, para redactar una constitución hecha a su medida. Todo esto justificado por argumentos ideológicos que profundizan el enfrentamiento social. Pero resulta que la hiper-inflación que sufre Venezuela es resultado de una pésima gestión, como lo son la falta de alimentos y medicinas, en un país de inmensos recursos…
