Ruinas de Engombe

Ubicadas en el Parque Mirador del Oeste, próximo al peaje de la avenida 6 de Noviembre, se encuentran las Ruinas de Engombe, en un espacio declarado área protegida en el año 1993, por el entonces presidente Joaquín Balaguer, Monumento Nacional…

Ubicadas en el Parque Mirador del Oeste, próximo al peaje de la avenida 6 de Noviembre, se encuentran las Ruinas de Engombe, en un espacio declarado área protegida en el año 1993, por el entonces presidente Joaquín Balaguer, Monumento Nacional y más tarde, Patrimonio de la Humanidad por las Naciones Unidas. A pesar de la riqueza cultural y la importancia histórica que encierra, no muchos conocen el lugar y otros se sorprenden de encontrar en la zona este conjunto de obras de naturaleza colonial.

Cuatro edificaciones conforman este monumento, entre los cuales sobresale el palacio, construido en el siglo XVI , época en la que fue fundado el ingenio Santa Ana, el primero edificado en el continente americano, considerado el más importante y productivo de su tiempo.

En el terreno que ocupa se encuentran la casona o palacio, la Iglesia, el galpón o almacén, que era usado por esclavos, y el trapiche. De las cuatro edificaciones, el palacio es la que más ha resistido los embates del tiempo a diferencia del trapiche del que solo se observan algunas rocas de la base donde estaba ubicado.

El palacio está construido en piedra de sillería y argamasa, es una edificación de dos niveles. Era la residencia principal de los señores del ingenio en la época colonial. Ya no tiene escaleras pero el entorno es una referencia del estilo de vida, no solo de la época, sino también de los amos o señores de los ingenios.

El trapiche o ingenio era el lugar donde se molía la caña para elaborar azúcar, es el espacio más reducido en la actualidad. La Iglesia es un templo pequeño donde se cristianizaba a los negros africanos.

Del galpón, que servía de almacén y donde pasaban la noche los esclavos, quedan algunos muros y el piso. La iglesia de Santa Ana, construida un siglo después que el palacio, luce intacta. El conjunto de obras fue rescatado por el Ministerio de Medio Ambiente, por lo que ahora está bajo la responsabilidad de ese Ministerio y no de la UASD como era anteriormente.

Alfredo Encarnación es el supervisor del parque, fue designado por el Ministerio de Medio Ambiente hace siete años, afirma que las personas del entorno acuden a refrescarse, disfrutar en familia, celebrar cumpleaños, bodas . “Los fines de semana esto aquí es un lleno”.

En los últimos tiempos se ha convertido en una locación por excelencia para sesiones de fotos de bodas, 15 años, portada de revistas, así como un escenario para filmar videos de diferentes artistas.

Parque Mirador del Oeste

La comunidad de Engombe está dentro de las zonas que forman parte del cinturón verde de Santo Domingo, creado a comienzos de la década de los 90. Por esto, el 20 de marzo del 2002, esta parte fue declarada Parque Mirador del Oeste, por el entonces presidente Hipólito Mejía, y las Ruinas de Engombe son uno de sus mayores atractivos.

Las Ruinas de Engombe fueron declaradas “áreas protegidas” por el decreto 183-93, del 24 de junio de 1993, por el expresidente Joaquín Balaguer, de ahí que esos terrenos quedaron bajo el control del Estado dominicano.

El parque divide dos provincias, la de Santo Domingo y la de San Cristóbal. La zona estaba plantada de caña.

Era la finca de Negro Trujillo, pero luego de la caída de la tiranía, formaba parte de los terrenos de la Finca Experimental de la UASD. En el 2002 fueron motivo de conflicto entre la Universidad y el Ministerio de Medio Ambiente, por tratarse de un área protegida.

No fue sino hasta el año 2008 cuando Jaime David Fernández Mirabal, en su calidad de ministro de Medio Ambiente, rescató el área. Se crearon las brigadas con el fin de dar mantenimiento a las instalaciones y mantener limpio todo el entorno.

En el área verde se han sembrado dos millones de árboles. Por el bosque que rodea estas monumentales edificaciones se ha convertido en un punto preferente para realizar ejercicios, caminatas y días de campo en familia.

El personal

Alfredo Encarnación, tiene la tarea de supervisar que todo esté completamente limpio, el cuidado de los árboles, para protegerlos de la sequía, el corte de las ramas secas que puedan ser un peligro y debe estar atento a que los visitantes se desplacen con seguridad por las instalaciones. Trabaja de lunes a viernes de ocho de la mañana a cuatro de la tarde. Después de ese horario la seguridad policial y militar se incrementa.

Las brigadas de limpieza están comandadas por mujeres, cada una está compuesta por nueve hombres y una mujer que es quien las dirige.

En total son 10 brigadas. Los días de semana, una guía ofrece las informaciones a los visitantes al lugar.

Inconveniente

Un inconveniente que ha generado quejas de los visitantes es la presencia en el lugar de más de una docena de vacas, cuyo propietario, de acuerdo a lo expresado por el supervisor, no tiene donde tenerlas y las deja sueltas en la zona. “Es muy difícil esa situación. El Ministerio ha conversado con Elvis Tejada, que es el dueño de estas 15 vacas y él dice que va a venderlas ”. Encarnación explica que en los próximos días el Ministerio de Medio Ambiente le entregará una comunicación al dueño de los animales para buscar una solución a esta situación.

Evolución
El parque divide dos provincias, la de Santo Domingo y la de San Cristóbal. La zona estaba plantada de caña. Era la finca de Negro Trujillo.

Acogedor
Por el bosque que rodea estas monumentales edificaciones se ha convertido en un punto preferente para realizar caminatas y días de campo”

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