El impacto de las tías en la vida de sus sobrinos

“A quien Dios no le da hijos…San Pedro le da sobrinos” reza un adagio popular. Y es que hay un porcentaje importante de mujeres profesionales en la población mundial que han desarrollado su rol de madre a través de sus sobrinos.

“A quien Dios no le da hijos…San Pedro le da sobrinos” reza un adagio popular. Y es que hay un porcentaje importante de mujeres profesionales en la población mundial que han desarrollado su rol de madre a través de sus sobrinos.

Sea porque hayan querido postergar su maternidad, y cuando se han decidido no lo han logrado, sea porque no tuvieron desarrollado ese instinto cuando su edad cronológica se lo permitía ,o bien porque nunca se les dio.

Lo cierto es que hay infinidad de mujeres apasionadas con sus sobrinos tanto como abuelas con sus nietos. Y si la tía goza de una posición económica holgada se convierte en la mujer maravilla del celuloide ante sus sobrinos.

Próximo a celebrar el día de las Madres hemos pensado en esas tías-madres, y para documentarnos a fondo de su rol en la crianza de sus sobrinos-hijos, hemos entrevistado a la psicóloga clínica Emilenys Peña

l ¿Con qué tanta frecuencia se ve que las tías asuman el rol de las madres?
l Solo una tía puede abrazar como una mamá, aconsejar como una amiga, mimar como una abuela y guardar secretos como una hermana. Las mujeres que no tienen hijos pero adoran a sus sobrinos.

Los últimos estudios han arrojado un creciente número demográfico de mujeres sin hijos, que se declaran amantes de sus sobrinos. Una de cada cinco mujeres, con una edad promedio de 36 años y con un ingreso medio-alto que les permite gastar en sus sobrinos, asistir financieramente a los padres de estos, ayudar en la educación, regalan juguetes… Prefieren invertir en experiencias, como un viaje, o en dispositivos tecnológicos, como computadores y videojuegos. Estas mujeres pueden ser muy valoradas en su círculo cercano.

Antes se pensaba que las tías eran solteronas que estaban en sus casas mirando televisión, pero hoy las tías son las más cosmopolitas. Son mujeres decididas, cultas y resueltas, incluso en su sexualidad, y eso las hace mujeres tremendamente inspiradoras
l ¿Cuáles a su entender son las ventajas y desventajas de que una tía pueda llegar a sustituir a una madre?
l La manera de cómo se manejen los límites de compromisos y responsabilidades es muy importante.

Entre las ventajas cito las siguientes:
Al no vivir con sus sobrinos, las tías buscan brindarles tiempo de calidad. Aunque pasen con ellos solo media hora o más, buscan aprovechar al máximo cada minuto con ellos.
Organiza su tiempo para ayudar a sus sobrinos en las tareas de la escuela.

Ayudan en la educación, costeándoles sus estudios. Están pendientes de ellos, los llaman por teléfono para saber sus deberes. Pueden darse cuenta de algunas habilidades o problemas de los chicos que pasan inadvertidos para los padres.

El niño le cuenta sus secretos. Hay cosas que el niño tiene derecho a que los padres no sepan. Pero hay otras conductas de riesgo, como el abuso de sustancias o el frecuentar personas o lugares peligrosos, que los padres tienen derecho a saber y que la tía erraría si no le dice al niño que tiene que contárselo a sus padres.

Puede decirle: “Cuéntales tú primero, porque si no voy a tener que decirles yo”. La idea no es que la tía sea cómplice de transgresiones, sino que contenga al niño en un momento en que cuenta algo que no se ha atrevido a decirle a nadie y sea capaz de conducirlo para que hable con sus padres.

Dejan a sus sobrinas en las fiestas, las recogen del colegio, las llevan de shopping.
La huella que puede dejar una tía en una sobrina/o puede durar toda una vida porque, a diferencia de los padres, que están evitando que la niña o niño meta las patas, ella refuerza el lado positivo, concilia.

Las desventajas:
El rol demasiado complaciente es el que puede desatar un problema. Las tías y los padres deben ser aliados.

Los conflictos surgen cuando ellas intentan convertirse en la figura ‘ideal’ para sus sobrinos y no establecen ningún límite. Sí las tías quieren imponer también sus normas, entonces seguramente habrá conflictos.

Hay tías tan complacientes que cuando los padres niegan algún ‘capricho’ a sus hijos, ellas se encargan, por lo general de manera silenciosa, de atender todas sus demandas.

Las tías se vuelven aliadas de sus sobrinos para ganárselos, no dándose cuenta de que esto afecta su formación. Mientras ese tío quiera colaborar no hay ningún problema. El problema comienza cuando choca con su formación.

Si ven que su tía tiene temperamento más fuerte que sus progenitores, los niños advertirán que tienen mayor influencia que papá y mamá. De alguna manera en las tías surge un afecto no elaborado de manera adecuada, porque nace por una carencia que ha visto contra prestada por sus sobrinos. Deberán asumir su rol de tía dentro de la relación familiar y no un rol de padre o madre que no le pertenece.

Si son los que pagan los estudios, tienen derecho de estar pendientes del rendimiento y las calificaciones. Esto no les da derecho de ejercer medidas correctivas que sean directamente tarea de los padres.

La tía tiene que ser cuidadosa. Debe tener tacto, si desea hacerle un regalo caro al sobrino, algo que sus padres no pueden pagar, debe antes conversarlo con los papás.

Si por complacer al sobrino o sobrina corre el riesgo de ofender el sentimiento de autoestima o dignidad de los padres, puede ser complicado. Si por ejemplo regala un iPad, los padres quedan como tacaños o como los que no tienen dinero
l ¿Puede el niño llegar a querer más a la tía?

l La figura de una tía siempre será importante en el entorno familiar.
Las tías se vincularán de una manera diferente a la madre, porque esta última tiene depositados sobre su hijo muchos deseos inconscientes, temores y expectativas y en función de eso se relacionan con ellos.

Las tías no se relacionan de la misma forma con sus sobrinos, porque es un vínculo que no espera demasiado de ellos.

Los padres al tratar de guiarlos pueden cuestionarlos y, en algunos casos, no permiten que se puedan expresar libremente. Si esto ocurre, ellos sentirán que no pueden contarles todo a sus padres y que para eso está la tía que, lejos de juzgarlos, los entenderá e incluso los ayudará a resolver algún conflicto.

A nivel inconsciente, muchas tías resuelven su deseo de ser madres, cuando están con sus sobrinos. Este vínculo que mantienen con ellos las sostiene desde el punto de vista afectivo.

l ¿ Cómo los adultos deben manejar la situación?
l Es importante que papá y mamá hablen con sus hijos y le expliquen que su tía los cuida y les provee cierto tipo de afecto o detalles, pero son sus padres los que tienen la autoridad para llamarles la atención y de aprobar o no alguna situación.

También tener claro con las tías desde el principio, que si quieren colaborar con el cuidado, estudio o cariño hacia su sobrino, ese hecho no puede ir en contra de los parámetros que los progenitores han fijado. Para esto, es necesario que padres y tíos mantengan el mismo código de normas para que el menor no se confunda.

l ¿Puede esa relación del niño con la tía crear fricción con la madre?
l Es importante que la manera de querer por parte de las tías no vaya en contra de las pautas de crianza que ha fijado la madre. Todos deben manejar con un solo criterio como base formativa para los niños. Una doble figura puede afectar al niño, al punto de que pierda valor el criterio de uno de ellos.

El niño va a acoplarse a la persona que sea menos exigente, es decir, la que más le convenga para hacer lo que quiere.

Los problemas comienzan con la madre cuando las tías asumen el derecho de regañar, imponer disciplina o consentir a los pequeños, yendo en contra de la autoridad de la madre. Las tías se vuelven aliados de sus sobrinos para ganárselos, no dándose cuenta de que esto afecta su formación. Mientras esa tía quiera colaborar no hay ningún problema. El problema comienza cuando choca con la formación pautada por la madre.

l ¿ Se puede querer a la madre y a la tía de igual manera?
l Las madres dan amor incondicional, estabilidad, rutina y regularidad; las tías, desde una posición más lejana, son capaces de darse cuenta de algunas habilidades y problemas de los chicos que pasan inadvertidos para los padres. Las tías pueden llenar el vacío que algunas madres no pueden. Sobre todo en la adolescencia, cuando pueden convertirse en confidentes de sus sobrinos.

l ¿Qué hacer para evitar que esa relación con la tía no sea negativa para el desarrollo del niño y su interactuar con el resto de la familia?
l Ambas partes deben tener en cuenta: 1 Saber en qué consiste la relación con su sobrino y cuáles son los valores y disciplina que sus padres han establecido para él.

2 No tomar atribuciones como negarles permisos o autorizarlos sin contar con la aprobación de los padres.

3 Si existe algo que el niño debe mejorar, la tía debe decírselo a los padres para que ellos sean quienes tomen los correctivos pertinentes.

4 Si son los que pagan los estudios, tienen derecho de estar pendientes del rendimiento y las calificaciones. Esto no les da derecho de ejercer medidas correctivas que sean directamente tarea de los padres.

5 No intentar el desplazamiento
o minusvaloración de la figura de los
progenitores.

l ¿Qué implica si el niño también le
dice a la tía, mamá?
l Esto implica que el niño no va a tener claridad en algunos factores de la personalidad, recibe ayuda de la tía, pero también le dice mamá a su tía. Estos vacíos pueden utilizarse en momentos de inconformidad por parte del niño. Cuando no esté de acuerdo con sus padres tiene el apoyo de la tía, y finalmente el niño podría manipular la situación, convirtiéndose la tía en el escudo para hacer lo que le convenga.

Debemos recordar que querer es educar y no alcahuetear, por ello las madres y las tías deben estar sincronizados en el manejo de las relaciones intrafamiliares.

l ¿Hasta qué punto los padres de familia deben permitir que esa tía se involucre en la vida de su hijo?
l Los padres deben establecer parámetros dentro de la relación familiar, dejando claro que la responsabilidad en la orientación y asesoría para su hijo es exclusiva de ellos. Por lo tanto, a la tía se le agradece la colaboración y en algunos momentos las sugerencias que pueda emitir con respecto al comportamiento de los sobrinos, pero quienes establecen los lineamientos formativos son los padres. Los padres deben tener una comunicación asertiva con la tía, para que éste entienda la posición de cada uno. l

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