“El principal atractivo del país es la hospitalidad de la gente”

Arturo Villanueva es un hombre vinculado al sector turismo desde que esa industria comenzó a dar los primeros signos de que se convertiría en una de las principales fuentes de ingresos del país, generadora de empleos y promotora de lo mejor de…

Arturo Villanueva es un hombre vinculado al sector turismo desde que esa industria comenzó a dar los primeros signos de que se convertiría en una de las principales fuentes de ingresos del país, generadora de empleos y promotora de lo mejor de República Dominicana para atraer no solo vacacionistas, sino también la muy anhelada inversión extranjera.

Pero muchos años antes, Arturo era un niño que se divertía recorriendo con sus amiguitos las calles de Ciudad Nueva y San Carlos.

En esta conversación recuerda esos años, la infancia en el Kilómetro Cero, su primer trabajo en el Banco Central, el matrimonio con Susana, el nacimiento de sus hijos, su dedicación a Asonahores y su rol de consultor a empresas relacionadas al sector turismo.

1. En el Kilómetro Cero
Nací en Santo Domingo, en el kilómetro. El Kilómetro Cero es el que está frente al Parque Independencia. Provengo de una familia puertoplateña. Tengo dos hermanos, Nelson y Ana María. Nelson nació en Puerto Plata. Recuerdo con nostalgia el antiguo parque, ese parque con dos glorietas, con mucho verdor, con muchos árboles, abierto, ahora está cerrado. En estos días fuimos al parque a hacer una ofrenda floral, y recordaba con el embajador Conde Rubio aquellos tiempos de ese parque florido, en esa ciudad que llegaba apenas un poco más allá de la Pasteur. En ese parque pasé mi infancia. Estudié en un colegio que se llamaba Los Angelitos, aunque de angelitos no había nada. Ese colegio quedaba en la calle Julio Verne.

2. Hijo de Hugo y Lolita
Mi padre, Hugo Villanueva Garmendía, nació en Puerto Plata, aunque se crió en San Pedro de Macorís. Mi abuelo era administrador del ingenio que hoy se llama Montellano, cuando la depresión del 1900. Ese ingenio quebró, y mi abuelo con su familia, con sus siete hijos ya nacidos, se fue a San Pedro de Macorís, a administrar la destilería de Brugal. Fue gerente de Brugal y ahí crió su familia. De ahí que la gente diga, los Villanueva de San Pedro de Macorís, pero todos los Villanueva somos de Puerto Plata. Mi madre, Lolita Santiago de Villanueva, nacida y criada en Puerto Plata, apellido Santiago. Mis padres fallecieron, mi padre ya tiene 21 años que falleció y mi madre 10.

3. Diversión sana
Nunca me dieron pela. Mi abuela, después que mi abuelo Arturo Santiago murió, me decía: “Párate ahí Condenación para darte una pela”. Ella me decía Condenación. Yo era el más chiquito de tres hermanos. Eran pocas las travesuras que se podían hacer en esa época. Cuando uno era muchacho había un control muy estricto de las actividades que un niño podía hacer. En la adolescencia íbamos a Güibia, al cine, a pasear en una guagua de dos pisos, los domingos, que te llevaba desde donde está la Cervecería Nacional Dominicana, hasta donde hoy está ese centro comercial enorme en la San Vicente de Paúl. Esa era la salida de los domingos. Ya de jóvenes la salida era sentarse en el Malecón a ver las muchachas. Los amigos nos movíamos entre Ciudad Nueva y San Carlos, pero yo no era ni de Ciudad Nueva, ni de San Carlos, yo estaba en el medio. Después del colegio Los Angelitos, me fui a estudiar al Instituto Escuela, que está en la calle Hermanos Deligne, y después, en el cuarto curso de la primaria, ingresé al Colegio de La Salle, ahí terminé mis estudios de bachiller. Para ese tiempo nos habíamos mudado cerca de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

4. Economista
Luego de finalizar el bachillerato, me inscribí en la universidad a estudiar Economía, en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Intentamos ingresar a la UASD, pero en ese momento la UASD estaba inmersa en la lucha del medio millón, había muchísimas huelgas y la universidad se cerraba por meses. En ese entonces, yo había solicitado trabajo en el Banco Central, fuimos Rafael Blanco Canto y yo, él fue mi compañero de estudios toda la vida. Éramos dos muchachos de 17 años. Recuerdo una expresión muy grosera que mi papá nos dijo, pero no se puede decir por aquí, cuando nos encontró cambiaditos y le dijimos para dónde íbamos. (Risas) Era que él dudaba que nos dieran trabajo ahí, porque nos encontraba muy muchachos. Sin embargo, nos llamaron, nos examinamos, pasamos y entramos a trabajar en el Banco Central, en enero de 1968. Ahí estuvimos mucho tiempo. Nos graduamos de Economía y ahí vimos nacer el turismo, porque ahí se creó el departamento de Infraestructura Turística Infratur, ahí vimos cómo se dieron los primeros pasos para el desarrollo del turismo.

5. El Banco Central
El Banco Central desarrolló una infraestructura importante para convertir a Puerto Plata en un polo turístico importante. Desde el parque, la ciudad, el museo, el muelle, el desarrollo de infraestructura en todo el proyecto de Playa Dorada, el aeropuerto, todo eso lo desarrolló el Banco Central, por eso entiendo que si hay alguien a quien hay que reconocerle, que nunca se le ha reconocido el mérito de haber sido una de las personas que más aportó al desarrollo del turismo en República Dominicana, es al doctor Diógenes Fernández, que en ese momento era el gobernador del Banco Central, y ejerció una función muy importante para el inicio y desarrollo de la actividad del turismo.

6. Primeros ingresos
Cuando comencé a trabajar, mi salario era de 175 pesos mensuales y donde yo resbalaba, se “descocotaba” un chimpancé, es decir, que eso me daba para todo. Cuando me casé, hace 43 años, entre los dos ganábamos como dos mil pesos y con eso, en 1974, íbamos todas las noches a cenar a un restaurante que quedaba en la esquina de la casa, en la Tiradentes, ese restaurante se llamaba El Vesubito. Es decir, que daba para eso, para tener un carro. El primer carro que compré me costó dos mil pesos, que era mucho dinero. Era un Volkswagen. Ahora con dos mil pesos es poco lo que se puede hacer.

7. Vocación
Mi vocación era el turismo y en el 1986 fui llamado por Juan Antonio Elmúdesi, que era director de Infratur, me llamó para que dirigiera el proyecto de Playa Dorada. En ese tiempo se fundó la Asociación de Hoteles y Condominios de Playa Dorada, y yo la presidí cinco años. Después se me pidió que viniera a Santo Domingo, a dirigir Asonahores, y ahí me quedé por 30 años como el ejecutivo principal.

8. Unión matrimonial
A Susana no le gusta hablar de eso, porque fue mi papá que la enamoró. Nosotros éramos vecinos, pero yo le llevo cinco años, que no se nota mucho cuando tú tienes 20 años y ella 15, aunque ella siempre fue muy agentada, (Risas). Nosotros fuimos a la boda de un primo de ella en Santiago y el novio nos presentó. Entonces mi papá me dijo que la invitara a cenar, aunque a mí me habría gustado más irme a parrandear con mis amigos de Santiago. A la semana ella me llama para darme las gracias por el ramo de flores que yo le había mandado, pero realmente no había sido yo que había enviado esas flores, había sido mi papá. A las dos semanas le envió un anillo de compromiso y ella me llamó para decirme que su papá me quería ver. El caso es que así comenzamos. Mi esposa se llama Susana Brugal Ginebra. Ella se fue a estudiar a Canadá y yo a Inglaterra, y cuando yo regresaba de Inglaterra pasé por Canadá y ahí decidimos casarnos. Tenemos tres hijos, Hugo Eduardo, Claudia Susana y la tercera que nació 16 años después de Claudia, se llama Lolita.

9. Asonahores
A Asonahores la veo como una hija mía. Llegué a esa entidad, siendo presidente de los hoteleros de Puerto Plata y en ese momento Playa Dorada tenía mucho más presencia en los medios y más representatividad que Asonahores. Entonces me dijeron que había que fortalecerla y vine a la capital, y tuve dos años manteniéndome como presidente de Playa Dorada y de Asonahores. Primero a Asonahores la conformaban los directores de hoteles, y los directores de hoteles se concentraban solo en Santo Domingo, por eso nuestra primera decisión fue sentar en la mesa de conversación a aquellos que toman decisiones, es decir, a los dueños de los hoteles. Era convencer a los dueños de que se comprometieran y lo logramos. Creamos una asociación regional en cada polo turístico. Creamos eventos que beneficiaran a nuestra membresía, pero que le dejaran el dinero que Asonahores necesitaba para conformar un equipo humano. Y logramos dos eventos que se han convertido en los principales eventos que se realizan en el país, entre ellos Date, que es la feria de comercialización más grande que se realiza en la región. Mi mayor logro en el sector turístico es que puedo decir a boca llena que tengo una relación de hermandad con los líderes sindicales que dirigen el sector hotelero. Eso para mí tiene mucho valor. La base fundamental del desarrollo turístico dominicano son los hombres y mujeres que trabajan en el sector. En cualquiera de las islas que compiten con nosotros usted podrá encontrar playas tan hermosas como las nuestras, pero nosotros tenemos esa característica de hospitalidad que no tiene ninguna de esas islas. Ahora soy un consultor externo de muchas empresas. Tengo una empresa de consultoría y eso me permite seguir aportando al sector turístico.

10. Balaguer y el Sur
A mí nunca se me olvida una experiencia que tuve con Joaquín Balaguer, a finales de mayo de 1994, dos días antes de las elecciones. Se celebró la inauguración de la ampliación del Aeropuerto Gregorio Luperón, de Puerto Plata y el ministro, en esa época secretario de Obras Públicas, era el ingeniero Eduardo Estrella, y él me invitó para que yo diera el discurso por el sector privado recibiendo esa ampliación. Le dije a Eduardo Estrella que estábamos a dos días de las elecciones, que era mejor que pusieran a un político a dar ese discurso y él me dijo que era eso precisamente lo que no quería el doctor Balaguer, que él quería una persona independiente, que representara al sector turístico. Entonces fui. Al final, uno iba a saludar al Presidente, y cuando lo saludé él me dio las gracias, y me dijo: “¿Puedo hacerle una pregunta?” Y yo me dije: “Ay… una pregunta de este hombre”. Él me dijo: “ ¿Por qué no se desarrolla Barahona? Y yo me quedé sorprendido, y me dice: “Arturo, mire, es impresionante la diversidad que tiene el Sur, y especialmente desde Barahona hacia Pedernales. Cuando tú sales de Barahona y pasa por El Quemaíto, después sigue al Arroyo, sigue a San Rafael, a Paraíso. No hay panorámica más bella que esa”. Me fue describiendo la ruta. Y yo, en un desliz mío, le dije: “Presidente, ¿y usted se acuerda? Y él me respondió: “¿Y usted cree que ningún ojo humano que haya visto esa belleza se puede olvidar de eso?.

Muchos avances. Esfuerzo de todos

“Una de las principales características de la República Dominicana es la hospitalidad de su gente. Ese es su principal atractivo. Somos hospitalarios, y más con el extranjero, sin importar su nacionalidad. Eso nos ha ayudado y nos ha perjudicado, porque una cosa es ser hospitalario y la otra es tener formación. Nosotros hemos tenido que, en adición a ese sentido de hospitalidad, tener formación. Algo en lo que nos hemos empeñado es en evitar la separación de las familias, porque uno se encontraba con una persona que trabajaba en Puerto Plata, pero su familia vivía en la capital o en un pueblo del Este, y eso nos preocupaba mucho. En eso hay que destacar a Frank Rainieri, que ha hecho un pueblo para que la gente viva con su familia. Eso es digno de admiración y de respeto a Frank, que ha sido, por mucho, el más distinguido hotelero que ha tenido la República Dominicana. Sus méritos son inconmensurables.

El turismo de Puerto Plata fracasó en un momento por el desorden creado por los mismos involucrados. Los taxistas apeaban a los turistas de los carros, con pistolas, con cuchillos, y eso hizo que se perdiera el turismo de cruceros. Ese caos pasó más tarde a los hoteles y provocó que la gente no saliera de los hoteles, y el éxito de Puerto Plata era la interacción entre los turistas y el pueblo. El rescate de Puerto Plata es un proceso que nos está costando mucho trabajo revertir, es un esfuerzo del Gobierno de la República Dominicana. El Ministerio de Turismo ha hecho un esfuerzo, comenzando por el ministro Félix Jiménez, que hay que reconocerle el esfuerzo extraordinario por el renacimiento de Puerto Plata. Ese trabajo lo ha seguido Francisco Javier García. Se ha invertido muchos recursos, tanto del sector público como del privado”.

Desorden
“El turismo de Puerto Plata fracasó en un momento por el desorden creado por los mismos involucrados. Los taxistas apeaban a los turistas de los carros, con pistolas, con cuchillos” .

Equipo
“El rescate de Puerto Plata es un proceso que nos está costando mucho trabajo. Es un esfuerzo del Gobierno Dominicano y el Ministerio de Turismo, iniciado por Félix Jiménez y que ha seguido Francisco Javier García”.

Cambio
Ahora soy consultor externo de muchas empresas. Tengo una empresa de consultoría y eso me permite seguir aportando al sector”.

Únicos
La base fundamental del desarrollo turístico dominicano son los hombres y mujeres que trabajan en el sector”.

Ingresos
El primer carro que compré me costó dos mil pesos, que era mucho dinero. Ahora con dos mil pesos es poco lo que se puede hacer”.

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