El director del Instituto Dermatológico Dominicano y Cirugía de la Piel Dr. Huberto Bogaert Díaz llamó este domingo a las personas a envejecer “con glamour” y aconsejó no ponerse en manos de personas inexpertas a la hora de hacerse algún tipo de procedimiento estético.
El doctor Víctor Pou Soares lamentó que hoy en día la gente se resiste a envejecer y dijo que eso inexorablemente tiene que llegarle al ser humano a menos que no muera joven, por lo que sugiere “que se envejezca con glamour”.
“Hay que tener mucho cuidado porque hoy día hay personas que se venden como especialistas y no lo son. No es posible que usted vaya hacerse un procedimiento a un salón de belleza, son procedimientos invasivos que pueden tener complicación y sus consecuencias”, alertó al ser entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA que cada domingo se difunde por Telesistema, canal 11.
Dijo que si una persona está interesada en hacerse ese tipo de procedimiento, entonces debe acudir a un médico que puede ser un dermatólogo general, uno con especialidad en cosmiatría o un cirujano plástico.
El doctor Pou Soares alertó en el sentido de que cualquiera en el país se dedique a inyectarle botox a una persona, ya que se trata de un producto tóxico que puede tumbar el párpado de un ojo que para volverlo a levantar conlleva un tratamiento de seis meses de duración.
“Entonces hay que ser muy cuidadoso y muy cauto y saber lo que le están inyectando también, porque dicen que te están inyectando X y te están inyectando Y, que vienen después los problemas que nos llegan a cada día”, insistió.
Agregó que hay gente que ha llegado al extremo de inyectarse alcachofa con la finalidad de rebajar de peso, y llegan al Dermatológico con infecciones profundas en el tejido subcutáneo.
También alertó sobre la inyección de silicona para levantarse los glúteos, y como se trata de algo no manejado por especialistas en la materia dicho producto se le baja a los pies porque emigra, y no hay forma de quitar eso ni siquiera con cirugías.
Sostuvo que otra patología que está afectando a muchas personas es la dismorfobia, que se ven en el espejo y quieren parecer a otra, es decir una obsesión por verse bien, mientras que para otros su preocupación es por blanquearse el rostro.
Por otro lado, Bogaert Díaz reveló que más de 600 mil pacientes acuden anualmente a esa institución para ser tratados por enfermedades de la piel.
Explicó que dentro de ese universo de personas son atendidos pacientes afectados por lepra, que es una enfermedad que aunque está controlada todavía tiene presencia en la República Dominicana.
Pou Soares puso como ejemplo que el pasado mes de enero acudieron a los distintos centros regionales que tiene el Instituto en la geografía nacional, más de 50 mil personas con todo tipo de padecimientos de la piel.
El facultativo explicó que la institución que dirige cuenta con ocho regionales que están ubicadas en San Cristóbal y Barahona en la Región, en el Norte Santiago, Mao y Puerto Plata, mientras que en el Este se encuentran San Pedro de Macorís, Higuey y la Romana, a lo que se le agrega la sede central que funciona en las proximidades de la Ciudad de la Salud Luis Eduardo Aybar.
Agregó que las 50 mil y tantas consultas que hacen mensualmente promedian las 600 mil personas que cada año que acuden al Dermatológico a tratarse enfermedades de la piel en todas sus manifestaciones.
“Por decirte un número desde el año 2001 al 2016 fueron por encima de los diez millones de personas que acudieron a la institución, el decir en 15 años acudió esa cantidad de personas al dermatológico”, explicó el facultativo.
Sostuvo que al Dermatológico acuden personas de distintos extractos sociales, ya que cuenta con una gran variedad de servicios, que van desde la dermatología básica hasta otros procedimientos más rigurosos.
Pou Soares indicó que también personal médico del Instituto Dermatológico sale a realizar operativos en algunos sectores donde han podido detectar algunas enfermedades, entre ellas la lepra.
Aclaró que por tratarse de una institución que funciona como un patronato, solo reciben del Estado una subvención de algo más de 26 millones de pesos al año, y los demás ingresos llegan por los recursos que pagan los pacientes, en la mayoría de los casos vía las Administradoras de Riesgos de Salud.
“Pero para aquellas personas que no tienen dinero ni seguro médico, nosotros contamos con un departamento de asistencia social que quien va ahí se le dona la consulta, no se va nadie sin atención del Instituto Dermatológico, y cualquier cosa nos lo mandan a la dirección y le autorizamos la consulta”, detalló.
Garantizó que la institución que dirige mantendrá su esencia de darle atenciones médicas a los más necesitados, que es la filosofía que inspiró a los fundadores de la entidad y a los directivos del Patronato.
