Los profesores

Este año ha arrancado con iniciativas de la sociedad y sectores bien dinámicos. Ahora son los profesores, de la UASD y del sistema público escolar, por parecidas demandas, aumentos salariales.

Este año ha arrancado con iniciativas de la sociedad y sectores bien dinámicos. Ahora son los profesores, de la UASD y del sistema público escolar, por parecidas demandas, aumentos salariales.Las aspiraciones salariales, en un país con salarios por el suelo a todos los niveles, resulta algo cuesta arriba no valorarlas con justicia, inicialmente por aquellos que están en calidad y capacidad para decidir la materia y por los demás entes sociales.

Pero siempre hay que ver las circunstancias y los elementos que caracterizan dichos reclamos. Los profesores de la UASD piden un aumento de un 15%. Podría decirse que la aspiración es moderada, pero la cuestión esencial es la deficitaria situación de la academia, por siempre.

Tiene razón el rector al decir que la Universidad no tiene de dónde sacar para realizar un ajuste de un 15% a los sueldos de los profesores. Y es verdad, pero los docentes dicen que la nómina está sobrecargada y culpan al rector Iván Grullón. En cualquier caso, un cambio de esa naturaleza implica improvisar ajustes en el presupuesto.

Lo más lamentable es el caso de los 220 mil jóvenes que no pueden continuar sus estudios. Una huelga justo al inicio del período académico. La frustración es inevitable.

Este es el drama de la UASD, que nunca termina y que tanto daña su imagen. El rector está dispuesto a dialogar, pero lo condiciona a que dejen la huelga e inicien de inmediato la docencia. Parece razonable. Los profesores deben abrirse al diálogo y ver cómo encaminar sus demandas, y devolver la normalidad a la importante academia.

La otra reclamación la tienen los maestros del sistema público escolar. Piden que se cumpla el plan de ajuste comprometido para el 2016, de 25%. Y que sean revisadas las condiciones de trabajo en la tanda extendida más otras reivindicaciones.

Es verdad que en los últimos tiempos ha habido mejorías para los profesores, pero las mismas no satisfacen sus expectativas. La ADP debe actuar con cautela. El año escolar no puede ser afectado.

El ministro Andrés Navarro y la ADP deben sentarse a hablar para bajar la conflictividad.

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