Enhogar-2015, Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples, República Dominicana: 68.4% de los encuestados expresaron temor e inseguridad. Dijeron sentir miedo a la delincuencia: 74.2% eran mujeres; 62.4% eran hombres. En el estrato rural, la proporción de personas con temor a la delincuencia pasó del 55.9% en el año 2005 al 62.9 en el año 2015. En Santo Domingo, el porcentaje de personas con esa sensación (miedo a la delincuencia) pasó del 71.6% al 74.9%, en el mismo período.
Ayer, este diario despachó a varios de sus periodistas hacia diferentes sectores del Gran Santo Domingo, con la encomienda de preguntar a los ciudadanos de estratos sociales distintos acerca de sus temores para el 2017: todos coincidieron en afirmar que su miedo principal es a que los asalten o atraquen, a la delincuencia.
Los dominicanos en un alto porcentaje están atemorizados. La delincuencia extendida ha ganado la batalla a los ciudadanos, a las autoridades. Se ha impuesto. Es la preocupación de la población.
La gente se monta en un carro del concho con el temor de ser atracada. Prefieren las guaguas, pero igual pueden ser atacados en esos vehículos. Un empleado de este diario fue víctima de un atraco colectivo en una Omsa. Caminar por las calles es peligroso. El país es prisionero de los asaltantes, de los ladrones de calles y caminos.
Un alto porcentaje de ciudadanos tiene una historia que contar. Sea la del hijo al cual le llevaron la bicicleta de regalo de Navidad o de la vecina a quien le arrancaron la cartera. O lo sucedido a una redactora de elCaribe, que la han atracado tantas veces que la última vez que se sintió amenazada por la aproximación de un hombre que le pareció sospechoso le lanzó la cartera para que simplemente se la llevara, para evitar la agresión física.
La política criminal de la actual administración fracasó. Los hechos más recientes incrementan el sentimiento de miedo. Todo el mundo teme que lo atraquen o que le arrebaten la vida.
¿Qué harán los gobernantes para devolvernos la paz arrebatada?