“La fotografía me permitió observar y acercarme más a otras personas”

“Me inicié en la fotografía por el cine. Haciendo mis primeras películas, me preguntaba cómo podía mejorar las escenas para que se sintieran más auténticas”, respondió el fotógrafo Iván Bordas a la pregunta de qué le motivó a inclinarse&#8

“Me inicié en la fotografía por el cine. Haciendo mis primeras películas, me preguntaba cómo podía mejorar las escenas para que se sintieran más auténticas”, respondió el fotógrafo Iván Bordas a la pregunta de qué le motivó a inclinarse por la fotografía. A ese respecto, dijo que fue entonces cuando se dio cuenta de que todo dependía del punto de vista de la cámara, que “el lente, la altura y el ángulo de la cámara, y su composición juegan un papel súper importante al momento de percibir la realidad en una escena”. Agregó que así fue que comenzó a tirar fotos, y conoció “un mundo de bellezas más allá de nuestra rutina”. Bordas considera que con cada foto, su perspectiva amplió y desde entonces no la ha dejado, ya que con ella, trata de retratar el ser que existe detrás de la cara.

¿Qué se requiere para ser fotógrafo?

Cualquier persona que se proponga ser fotógrafo lo puede lograr. Hoy en día las cámaras están más accesibles que nunca. Sólo hay que dedicarle tiempo y practicar. No solo tirar muchas fotos sino hacer lo posible para exhibirlas, ya sea en una página web o en físico. En lo artístico, creo que es importante soltar la ilusión de que tenemos que estar en control todo el tiempo. Reconocer también que a veces, aquellas personas a quienes llamamos expertos, no tienen necesariamente las respuestas correctas.

Estudiarlos pero luego experimentar con nuestro propio estilo. Entonces sólo es cuestión de estar atentos, para cuando se presente el momento perfecto de tomar la foto, no dudar y proceder con el instinto.

¿Qué buscas como fotógrafo?

Con mis fotografías trato de retratar el ser que existe detrás de la cara. Muchas veces, nosotros tendemos a poner una apariencia dependiendo del entorno. Es decir, en el trabajo nos portamos de cierta manera, y en un evento social de otra. Pero cuando estamos solos, dejamos el protocolo detrás y sale a relucir el completo colorido de nuestra verdadera persona. Esos son los momentos que me gusta fotografiar.

¿Alguna vez has pensado en combinar la fotografía con otro medio visual o de audio?

Constantemente al hacer cine. La fotografía captura un momento en el tiempo, esa es su belleza y su limitación. Es ideal para paralizar y revivir una experiencia. Ahora bien, el cine me permite agregar música, escritura y actuación a la fotografía. El cine, en otras palabras, no solo perpetua momentos sino que retrata las tendencias.

¿Cómo se desarrollan tus proyectos, desde la idea a la práctica?

Depende del tipo de fotografía. Hay fotos estilizadas que deben ser diseñadas a priori mientras que hay fotos más espontáneas. A mí me gustan ambas. Para las fotos de mi exposición “Caras de azúcar” fui con cámara en mano a conocer el lugar y sólo luego empecé a pensar en qué deseaba retratar.

Cuando te encuentras en estos lugares remotos de la tierra ¿cómo trabajas, solo o acompañado?

Ambas formas. Acompañado es divertido, es como bucear, sabes que hay otros amigos que están ahí para ayudarte. Sin embargo, al momento de tirar la fotografía uno está solo con su sujeto.

Para ti, ¿qué califica una buena foto?

El cine me ha hecho re-evaluar mis valores acerca de lo que considero una foto buena hoy por hoy. Obviamente, hay un elemento visual, pero he aprendido a apreciar más el elemento emocional. Hay fotos que aparentan ser sencillas pero que te afectan profundamente. Para mí estas son las mejores.

¿Cuál ha sido tu reto fotográfico más grande?

Tirar fotos es sumamente divertido por lo que no recuerdo un momento difícil afuera mientras capturaba. Uno toma la foto en un instante y ya pasó. Para mí el reto viene después, eligiendo cuáles van a ser impresas en el libro y cuáles no. Uno tiene la flexibilidad, y la desdicha, de poder regresar a editar el libro. Eventualmente, llega el punto de que hay otro proyecto que te espera y que te llama; y sabes que debes decidir.

¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción?

Tengo dos grandes satisfacciones al hacer cine y tomar fotografías. Por una parte, el arte para mí es terapéutico y me relaja, me trae una satisfacción inmediata ya que es bien enriquecedor. Pero existe también la satisfacción que viene al presentar las fotos o la película a una audiencia. Si el público siente una reacción al arte, hay una sensación de que la trayectoria de esa fotografía o filme se ha materializado. Me alegra la idea de que he colaborado a que la audiencia conecte con personas con las cuales no interactúa en su diario vivir.
¿Se puede vivir del arte en RD?

Es una pregunta muy interesante porque denota el poder del capitalismo sobre nuestras vidas. ¿Qué es vivir? ¿Consideras que mantenerse económicamente es suficiente para decir que uno tiene una buena vida? Yo diría que no. El arte trae al artista la satisfacción de crear en el mundo algo que le brinda felicidad. De que se puede vivir haciendo arte, claro. De que el arte le traiga o uno riquezas económicas depende del mercado y la audiencia; y este no siempre es el caso. Por otra parte, sé de muchas personas que serían grandes artistas pero que dejaron ese sueño por una vida más segura. Lo impresionante es que cuando uno no teme a abandonar su seguridad por el arte, cuando uno se entrega 100%, el mundo empieza a alinearse a favor de uno y las oportunidades empiezan a llegar. Sí, se puede. 

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