El cine en el mundo de la música y sus ídolos

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El cine se ocupa de personajes y acontecimientos que contengan conflictos con suficientes méritos como para elaborar una narrativa cinematográfica, que los contenga como piedras angulares dentro de un abanico que pueda profundizar exhaustivamente en el todo o en alguna de sus partes. En la industria del séptimo arte se conoce al dedillo el gusto popular, por ejemplo, en música y sus estrellas. Es así como se les da cabida a biopics en los que el gusto va ligado a la masificación y fama de figuras de la música popular. Pero, ¿hasta qué punto a los aficionados les gusta conocer sórdidos pasajes en la vida de sus ídolos?

En República Dominicana se está trabajando en una historia sobre el cantante Fernando Villalona (Ramón Fernando Villalona Évora, Dajabón, República Dominicana, 7 de mayo de 1955). El filme se anuncia con el nombre Dominicano Soy, que es el título homónimo de una canción que define de dónde viene, a lo que aspira y, un punto importe a destacar, su negación a envanecerse. En ese sentido, marca una sinopsis argumental atrayente.

No será un documental, quizás más bien un docudrama, es decir que se va a ficcional su vida como cantante y acontecimientos en los que estuvo ligado y promete contar casos que no han sido de dominio público, o jamás se han publicado: “por primera vez se contará la impactante historia de El Mayimbe Fernando Villalona; más de dos años de investigación y recopilación de información a través de testimonios reales, contados por la gran mayoría de personas que han estado involucrados en la vida de Fernando, así como su propio testimonio, lleno de verdades, sin tapujos ni rodeos”, afirma René Brea, quien la dirigirá enfocando el drama personal y su trayectoria como cantante exitoso, pero se afirma que no será un musical en modo alguno.

El guion es de Olga Consuegra, que se define a sí misma como “una coleccionista de historias, alguien que dibuja en palabras la vida…, mezclando las cosas más simples y sencillas, compartiendo risa, música, conocimientos que marcan la distinción de cada momento…”. Reside en el país desde hace 13 años. Nacida en La Habana, Cuba.
Es la segunda vez que se lleva a la pantalla grande, mediante la ley dominicana de cine, un proyecto cinematográfico de esta naturaleza, siendo el otro un documental: Yo Soy la Salsa, sobre el músico, arreglista, productor y director de orquesta dominicano Johnny Pacheco, a quien se le tiene reconocimiento internacional como el creador de la Fania All-Stars y es una de las figuras más influyentes de la música tropical.

Por más vertientes o dimensiones que se quiera retratar en un tipo de películas como el caso, siempre va a ser mucho más destacado aquella personalidad del artista en cuestión, su actitud como característica principal ante la vida, qué común denominador hay en su carácter ante todos los acontecimientos de su vida y de su relación con su entorno.
En el caso de “Dominicano Soy”, los desafíos estarán en el casting, buenas actuaciones, guion redondo, puntual dirección de arte expresiva y radical, dirección sin engreimientos, y obtener un resultado que rescate al hombre y al artista que de alguna manera obtiene dimensión y méritos para permanecer por décadas en el gusto popular.

Lidiar con un personaje irritante, repleto de promiscuidad, extremadamente negativo fruto de los medios de comunicación y de la sociedad que le ha tocado vivir, este sobreviviente de las drogas puebla el imaginario popular con su peculiar voz y modo de cantar, su indiscutible filing, su carisma; que necesariamente tendrá que ser pasado a la pantalla.

Por experiencia, ya se sabe que el principal problema será la estrategia narrativa que casi siempre es en los biopics de artistas un punto débil como propuesta estética/temática. El otro punto difícil de trabajar es el hedonismo. En la dirección va a hacer necesario el buen olfato en la cinematografía y las consiguientes demandas prácticas de producción.

Los biopics suelen ser perjudicados por enfoques paradoxalmente misceláneos, principalmente a la hora de organizar el midpoint del filme y dividir con obviedad el cambio de vida del personaje en la pantalla en escasos minutos de un largometraje comercial. En las buenas historias de personajes lo mejor es armar toda la estructura valiéndose de la ´ironía dramática´, por un lado y del difícil manejo del cambio de registro. Realizar lo que fue planeado en un guion biográfico es bastante limitado y riesgoso, principalmente en la escogencia de la verdad de cada momento del personaje.

En el cine internacional se han producido películas que han ido en esta temática, como es el caso de El Cantante, un biopic del inolvidable ídolo de la salsa Héctor Lavoe, un humilde puertoriqueño que emigró a los Estados Unidos en los años sesenta para triunfar en el mundo de la música.

También la historia de James Brown se retrató en I Feel Good. La cinta sobre la trayectoria del cantante en el soul, se adentra en su vida y sus estados de ánimo, guiando al público en un viaje desde la dura infancia del cantante hasta que se convierte en una de las figuras más influyentes de la música popular norteamericana. Mientras que The Doors muestra a Jim Morrison, líder de la banda The Doors, en una anárquica carrera autodestructiva salpicada de escándalos y arrebatos de ira y de pasión que lo hundieron en un abismo de sexo, alcohol y drogas. Destacó más por su actitud rebelde y asimismo el filme nos muestra con donaire y buena cinematografía lo vivido por este personaje. 

Una larga lista de interesantes historias 

La lista también cuenta con Ray. Premiadísimo filme. La película se centra en el período más explosivo de la carrera de Ray Charles, que comienza cuando este joven negro y ciego se sube solo a un autobús en Florida y cruza el país para ir a parar a la floreciente escena jazzística de Seattle. Cuando es descubierto por Atlantic Records, empieza su imparable ascenso hacia la fama, pero también su adicción a las drogas y a las mujeres.

Al mismo tiempo, tendrá que superar graves traumas infantiles como la muerte de su hermano George y la pérdida de la vista a partir de los cinco años, hechos que marcan para siempre su vida y su música. Mientras que “I’m Not There” es un rompecabezas atrayente sobre Bob Dylan. Seis actores encarnan diferentes momentos de la vida personal y profesional del cantante que revolucionó la música popular. El filme consta de varias historias, cuyos protagonistas son de lo más heterogéneo: Woody (Marcus Carl Franklin) es un niño negro de once años que siempre está huyendo. Robbie (Heath Ledger), un artista mujeriego que vive en la carretera. Jude (Cate Blanchett), un joven andrógino, es estrella del rock. John (Christian Bale), un ídolo folk que se convierte en evangelista. Y Billy (Richard Gere) es un famoso fugitivo. En esta lista hay que incluir a El Benny (Benny Moré), The Doors (Jim Morrison), En La Cuerda Floja – Johnny & June: Pasión y Locura (sobre el cantante de música country Johnny Cash), La Vie En Rose (cantante francesa Edith Piaf), La Bamba (sobre la estrella de rock Ritchie Valens), Imagine (Documental biográfico sobre John Lennon) y Selena. 

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