La venta de productos agrícolas en el Distrito Nacional no solo ocupa los pasillos de los supermercados, mostradores de colmados y mercados, también se desarrolla en isletas aceras y calzadas vehiculares.
La avenida Duarte es el mejor ejemplo. Desde tempranas horas de la mañana decenas de camiones se estacionan en esta vía, para descargar los rubros que serán comercializados en el Mercado Nuevo de Villas Agrícolas.
El mercadeo de productos comestibles sobrepasa la capacidad de las naves y locales instalados en esta avenida, como consecuencias, las ventas se desbordan hasta la avenida Máximo Gómez.
Plátanos, ñame, lechugas, ajíes, cebollas, papas, verduras, ajo, frijoles, son algunos de los productos comercializados en plena calzada vehicular en condiciones extremas de insalubridad.
De acuerdo con “el Guardia”, quien se dedica a la venta de víveres, el movimiento comercial en esta avenida capitalina inicia a la las 5:00 de la mañana.
Esta venta informal arropa ambos carriles de la populosa avenida impactando negativamente el tránsito, ya afectado por la cantidad de triciclos y guagüitas plataneras que forman parte de la dinámica comercial de la zona.
Este intenso movimiento comercial ha causado daños a la estrecha calzada vehicular y las aceras.
El comercio de productos agrícolas también se impuso en la calle H de la Prolongación 27 de Febrero, próximo a la avenida Isabel Aguiar.
Allí los productos se exhiben sobre lonas en plena calzada vehicular.
Este mercado, que ocupa un carril completo de la calle H, se desarrolla frente a las instalaciones del Programa de Medicamentos Esenciales (Promese Cal)
Alberto Ramírez, mejor conocido como “San Juan”, lleva 18 años dedicado a la venta de víveres en esta vía. Calcula que el “mercadito” debe tener más de 25 años en esta zona de Herrera, Santo Domingo Oeste.
Antes de que el sol ofrezca sus primeros rayos, San Juan se traslada desde Los Ríos, Distrito Nacional, hasta Herrera. Su jornada finaliza a las 7:00 de la noche.
Al igual que en la avenida Duarte, en la calle H la jornada empieza de madrugada. Aunque la mayoría de los mercaderes se abastecen del Mercado de Villas Agrícolas, también reciben camiones cargados de rubros procedentes del interior del país. En esta calle, la venta de productos comestibles se realiza simultáneamente con el comercio de ropas y calzados usados(Pacas).
Caos en mercado de Los Guandules
Aunque organizados en pequeño locales de venta, la avenida Francisco del Rosario Sánchez tampoco ha quedado libre de este mercado. Con una inversión de más de seis millones de pesos, en diciembre del año pasado, el Ayuntamiento del Distrito Nacional (ADN) entregó las primeras 76 casetas remozadas a vendedores del mercado Los Guandules, pero aún faltan alrededor de 50 casetas por entregar (están en proceso de construcción).
Aunque los venduteros coinciden en que la iniciativa ha mejorado sustancialmente las condiciones para desarrollar la actividad comercial, en horas de alta confluencia, el tránsito se torna pesado.
El tráfico alcanza su punto más caótico, justo en el tramo donde el carril oeste hace la función de doble vía, debido al cierre del carril contrario.
La avenida Francisco del Rosario Sánchez es afectada por la cantidad de basura, producto del comercio informal en la zona que se desarrolla sin control de calidad y por el débil drenaje de agua pluvial.
ADN liberó las calles 41 y 38 de Cristo Rey
Durante casi dos décadas las ventas de productos agrícolas se impusieron en las calles 41 y 38 del sector Cristo Rey, llevando estas vías a la insalubridad y el caos vehicular. En febrero del presente año la Alcaldía del Distrito Nacional entregó a los mercaderes la remodelada plaza. El cabildo reubicó 114 comerciantes en sus nuevos locales climatizados. Aunque las vías no han sido rescatadas, en su totalidad, del desorden que generan las ventas informales, los moradores de Cristo Rey coinciden en que la imagen mejoró.