“Yo estaba sentada en un murito delante de la puerta en donde me la mataron”, lamenta Amparo de los Santos, abuela de la niña de cinco años que fue violada y estrangulada, supuestamente por tres menores de edad el pasado domingo en Villa Faro, Santo Domingo Este.
Esa es una impresión que se apoderó de su cabeza y que según sus palabras la llenan de impotencia, ya que no escuchó ningún ruido o movimiento extraño que le alertara sobre el suceso y le permitiera salvar la vida de su nieta Loreimy de los Santos, a quien había criado desde que tenía tres días de nacida.
Los señalados como los responsables del crimen son un adolescente de 16 años, quien supuestamente padece de problemas mentales y otros dos niños de 13 y diez años, los cuales están todos bajo control de las autoridades.
“No sé ni cómo explicar esto. Ese domingo en la mañana, yo la desayuné y le di un helado, estuve sentada en el murito con ella y lo que creo es que él (refiriéndose al adolescente de 16 años) me estaba acechando y aprovechó un descuido mío y la metió en la casa que siempre se mantiene con las puertas cerradas, pero que él tenía llaves, porque la residencia es de su madre que está fuera del país”, relata la abuela de la niña.
Durante su narración, la señora Amparo expresa que pasaron varias horas sin que notara la presencia de la niña, pero que no le puso mucho asunto porque momentos antes, una de sus hijas había dicho que se llevaría a la niña a tomarle una foto para enviársela a su padre.
Al notar que pasaba del mediodía y la niña no regresaba a la casa, decidió llamar a su hija Ivelisse, quien le había dicho que se la llevaría. Pensando que estaban juntas, Amparo de los Santos le dijo a Ivelisse que le trajera a la niña para darle de comer, pero ésta le respondió que no se la había llevado. Y es en ese momento cuando comienza la tensión.
Empezaron a buscar a la niña por todo el barrio, sin ningún resultado, hasta que una vecina llamada Martha, quien es la abuela del adolescente de 16 años, le mandó a decir que quería verla. “Cuando fui a la casa de Martha, veo que ella está llorando y pregunté qué estaba pasando. Algunas hijas de ellas se pusieron mala y es entonces cuando el muchacho sale y él mismo me dice: Yo maté a tu nieta”, comenta Amparo con voz entrecortada, entonces suspira un instante para continuar su testimonio.
“A mi niña la encontraron encerrada en la sala de la casa en la que yo estuve sentada. No solo la violaron, sino que la ahorcaron y la metieron en un paquete plástico transparente”, comenta la abuela, quien además piden que los tres menores “paguen como hombres, porque fue esa la forma en la que actuaron para cometer el crimen”.
De ser encontrados culpables del crimen, la ley 136-03, establece que los menores de 13 años no podrán ser privados de libertad, mientras que los adolescentes de 13-16 años no podrán ser privados de libertad hasta tres años, mientras que el joven que tenga de 16-18 años puede ser privado de su libertad desde tres años a un máximo de seis, en caso de violación sexual u homicidio.