La indignación embarga a los familiares y los vecinos de un comerciante que fue ultimado a tiros por dos asaltantes para despojarlo de su pistola en el sector La Cuarenta de Cristo Rey, Distrito Nacional.Ayer, mientras velaban a la víctima, identificada como Cristino Adames Joaquín, de 53 años, en la funeraria municipal de Cristo Rey, su esposa María Antigua lamentaba que aunque le mataron a su compañero, le resulta una pérdida de tiempo pedir justicia, pues a su entender, en el sector constantemente están ocurriendo atracos y muriendo gente inocente fruto de la delincuencia; y las autoridades no hacen nada para evitar que sigan sucediendo tragedias.
“Ya uno está cansado de pedir que se haga justicia cada vez que ocurre una tragedia, pero los primeros sinvergüenzas y rastreros son las autoridades. Qué hace uno con hablar y pedir justicia, si ellos nunca hacen nada. Si a ellos les parece, los delincuentes que agarraron preso por esta muerte, lo sueltan en cualquier momento y quien perdió fue mi esposo, porque está muerto”, se lamentó la viuda.
Un hombre ejemplar
María Antigua dijo que todos los días sube la cantidad de personas que están muriendo injustamente, igual que su esposo. “No es porque esta víctima era mi esposo, pero ese era un hombre ejemplar y todas estas personas que están aquí conmigo lo saben. Una persona que al triste lo hacía sonreír, una persona buena, que a cualquiera le mataba el hambre y mira como lo matan, como un perro”, refirió la mujer mientras permanecía sentada al lado de su hija Ana María Adames, de 21 años, quien fue testigo del crimen de su padre.
Ana María ya no lloraba, tampoco quiso hablar con la prensa, pues tuvieron que sedarla para poder calmarla momentáneamente, el sufrimiento de haber presenciado el momento en que mataron a su padre.
16 personas están bajo investigación policial
La Policía informó que investiga a 16 personas en torno a la muerte del comerciante, mientras que los residentes de La 40 se lamentaron de que los atracos y los crímenes son constantes en ese sector, a pesar de que a cuatro casas del colmado en donde ocurrió el hecho, hay un cuartel policial. Se quejaron de que los policías nunca aparecen cuando se necesitan.