Carolina Mejía: “Salí de la zona de confort para trabajar por un mejor país”

Una inscripción bendice a los que llegan, pide protección para los que se van y paz para los que se quedan.

Una inscripción bendice a los que llegan, pide protección para los que se van y paz para los que se quedan. Se abre la puerta y en la pared derecha encontramos un cuadro de un gallo pintado por Guillo Pérez y al frente, una pintura de la Virgen de la Altagracia. “Acomódense, que bajo en un minuto, estoy terminando de arreglarme, están en su casa”, anuncia Carolina Mejía desde la segunda planta de su residencia, donde recibió al equipo de elCaribe para hablar sobre su proyecto político como candidata vicepresidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y su visión de país.

“Esa es la mejor jefa del mundo, ojalá este país la elija de vicepresidenta que no se arrepentirán”, comenta una de las mujeres que trabaja en el servicio doméstico para Mejía, mientras ella baja la escalera. “Bajé con los zapatos en la mano porque solo me voy a poner estos tacones para la entrevista”, comenta con la natural espontaneidad que le caracteriza. Escoge un salón pequeño, se acomoda, enciende el acondicionador de aire y se ocupa de que todo esté en orden para la conversación.

¿Por qué decidió salir de su confort y comodidad para estar en caravana y en una actividad tan intensa como la política?
Salí de la zona de confort a trabajar por mi país, por un mejor país, porque en la zona de confort uno no crea ni transforma, solo se acomoda, y es un privilegio haber sido bendecida con dar y no para recibir. En ese punto, interrumpe el conversatorio para llamar a la sala a su hija más pequeña, Isabel Carolina, que la acompaña por unos minutos de la conversación. “Yo soy una persona muy exigente porque entiendo hacia donde voy y por eso siempre ponga mis puntos sobre la mesa. Soy muy conciliadora, pero también tengo carácter”.

¿Por qué un ciudadano de a pie, como se dice popularmente, tendría que creer en que usted, que no es de origen humilde, quiere servirle sinceramente?
Te cuento que mis abuelos, fundamentalmente la mamá de mi papá, fueron personas de muy escasos recursos, campesinos, muy luchadores, crio a mi papá y a tía Chabela con la crianza de cerdos y el cultivo de tabaco. Papá (el expresidente Hipólito Mejía) es un gran ejemplo para esta nación porque el hecho de tú nacer y criarte en un lugar pobre no quiere decir que esa situación tiene que prevalecer, porque a través de la educación se rompe con el círculo de la pobreza. Todas las navidades y todos los veranos íbamos a Gurabo y veíamos la pobreza y eso nos fue creando conciencia sobre la importancia de la solidaridad. Mi mamá (Rosa Gómez) trabajó 25 años en una obra sociocultural en Buenos Aires de Herrera, ayudando a alfabetizar adultos. Pueden creer en mí porque en la gestión de papá servimos con respeto y luego de 12 años nadie nos ha podido señalar por malas prácticas, ni por inconductas, por eso las experiencias vividas le dan fortaleza a mi hoja de vida.

¿Cómo ha sido su experiencia en lo que va de campaña?
Antes de que Luis (Abinader) me eligiera como candidata vicepresidencial, mi participación no había sido tan hacia el público como sí había sido hacia el partido. El tener la oportunidad de trabajar ha permitido que el nivel de conocimiento sobre mi persona haya crecido significativamente. Hace siete semanas que se me proclamó como candidata y he hecho un trabajo arduo en gran parte del territorio y seguiremos cumpliendo con una agenda apretada y hemos llegado a mucha gente y hemos impactado a mucha gente.

¿Qué ha aprendido de la política?
Para los que tenemos vocación de servicio, servir convierte al que da algo en el gran ganador porque lo maravilloso y lo grandioso es generar bienestar porque no hay mejor sentimiento para un ser humano que sirve sobre la base de valores reales. Le he comentado a mis hijos y mi esposo que esto es algo altamente gratificante, porque es que poner toda esta energía que tengo dentro al servicio de los demás sin intereses particulares, porque mi único interés es tocar esas vidas y mejorarlas a partir del trabajo para que tanto niños y jóvenes puedan tener mejor futuro. Pero estar en contacto con la gente ha sido mi mejor experiencia, sobre todo porque la gente te bendice y soy muy afectiva y una de las cosas más maravillosas de un ser humano es que te devuelvan el cariño.

En el país el crecimiento económico ha sido permanente, pero una de las críticas es que ese crecimiento no se ha traducido en una reducción de la desigualdad social, ¿cuál es su propuesta para que haya una mejor distribución de la riqueza?
Ese escenario de desigualdad se da donde hay debilidad institucional marcada, hay impunidad, corrupción generalizada y hay un sistema de justicia que ha sido debilitado. Lo primero es que ese cambio no se va a dar de manera espontánea, hay que tener voluntad política para que se dé fortaleciendo la democracia. Lo segundo es que los ciudadanos entendamos el poder que tiene el empoderamiento y el PRM consagra como un derecho ciudadano que la calidad de vida de la gente mejore. Entonces, el Gobierno tiene que tener una orientación socialmente justa, eficiente y de respeto a las normas. El presupuesto de gasto evidencia la manera irresponsable en que se invierten en ciertos sectores y se identifica dinero que se puede orientar de otra manera para mejora e impactar la vida de la gente, pero necesitamos luchar contra el flagelo de la corrupción, que no es solo en el sector público, ese es un problema que corroe y es de base social.

Para la mujer es difícil incursionar en la política, ¿cómo ha sido su experiencia?
Yo no crecí en un hogar machista. Nosotros aprendimos a hacer las mismas cosas, y yo aprendí a montar motores en Gurabo igual que a mis hermanos, manejo las camionetas de la oficina y todo. Las mujeres estamos conquistando espacios en todos los lugares donde nos movemos porque somos multifacéticas, somos madre, hijas, esposas, compañeras, profesionales, hacemos oficio en la casa y así somos megamanejadores de agendas. Nosotros desde el Gobierno vamos a promover equidad e igualdad, porque a la mujer hay que permitirle ocupar los espacios y por eso Luis ha prometido 50/50 de cargos entre hombre y mujer.

¿Cómo se ve la noche del 15 de mayo próximo?
Triunfadora, ganadora, feliz con el trabajo realizado y el fruto en nuestras manos. Las encuestas dirán lo que sea, pero el pueblo dice la realidad. Pero lo que sí quiero decir es que se respete la voluntad popular, que la Junta Central Electoral entienda que este debe ser un proceso transparente y sin cuestionamientos. El 15 de mayo tenemos dos posibilidades, la de un camino nuevo, transparente, trabajando sobre la base de principios y honestidad o decidimos mantener la impunidad, la corrupción y la falta de transparencia. Ese día no se puede quedar nadie en casa porque ese derecho debemos usarlo para decidir hacia dónde vamos y no que decidan por nosotros hacia dónde nos llevan.

Transformar
Sueño con transformar la vida de la gente, para que puedan salir de las condiciones que tienen los más pobres, los más necesitados”.

Papá me enseñó
Papá me enseñó a trabajar de manera honesta y esforzada y eso voy a hacer y a poner todo mi conocimiento al servicio del país”

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