Agrocafé le inyecta bríos a la caficultura dominicana

Hato Mayor. La caficultura dominicana se anotó otro paso de avance y la mejor forma para hacerlo fue con el inicio de la segunda cosecha cafetalera de la firma Agrocafé del Caribe en este mes de diciembre.Integrantes…

Hato Mayor. La caficultura dominicana se anotó otro paso de avance y la mejor forma para hacerlo fue con el inicio de la segunda cosecha cafetalera de la firma Agrocafé del Caribe en este mes de diciembre.

Integrantes de la junta directiva del Instituto del Café de Costa Rica y destacados especialistas costarricenses de ese sector, junto a otras personas, incluidos periodistas de diversos medios de comunicación dominicanos, visitaron la finca de 17,400 tareas, de Rafael Perelló, presidente de Industrias Banilejas (Induban), empresa propietaria de Agrocafé del Caribe, y los resultados que observaron son impresionantes.

Félix Rosado, gerente agrícola de Induban), explicó que la modalidad de cultivo es distinta a lo que se hacía antes en el país y el rendimiento que se logra en las áreas de cultivos, muy superior a lo que comúnmente se conoce. Para eso la tecnología, por ejemplo, en la preparación de los predios, ha sido un elemento base. El proyecto se sustenta en la modalidad de investigación sostenida y persigue no “divorciarse” de la ecología.

Esta segunda cosecha, tal como ocurrió con la versión anterior (con la primera cosecha) representa la más moderna explotación agroindustrial del país y del Caribe con una inversión, superior a los 1,100 millones de pesos y se espera que en su período de plena producción puede llegar a 80 mil quintales por cosecha. Quizás partiendo de esos datos es que tanto Rafael Perelló, como Félix Rosado y los visitantes extranjeros hablaron con tanto interés sobre el tema cuando recorrían los predios. Esos visitantes del exterior fueron: Xinia Chaves Quirós, directora ejecutiva de Cámara de Exportadores de Costa Rica; el agrónomo Luis Eduardo Campos Varela y Rodrigo Vargas, presidente de la Cámara de cafetaleros.

Hato Mayor es atravesada por la cordillera oriental y ofrece las condiciones de altura y pluviometría óptimas para el desarrollo de estas variedades de alta sofisticación genética. El proyecto está compuesto por reproducción vegetativa, siembra, procesos de beneficiado húmedo y seco de última tecnología, y siguiendo los últimos estándares mediombientales.

La empresa genera 600 empleos directos y en los períodos de cosecha se llegarán a sumar 500 personas más.

La finca ubicada en Hato Mayor es la de mayor avance en el sector caficultor dominicano. Eso tiene mucho que ver con la importación de material extranjero, pero también con la selección de material local de alto rendimiento.

La empresa agrícola introduce en el país la variedad a Canephora generada en el Instituto de Investigación Agrícola de Espíritu Santo en Brasil. Esas variedades conocidas como conilones tienen alta resistencia a las plagas y sobre todo una alta capacidad de producción.

En Brasil, con las nuevas variedades y subvariedades de Canephoras se ha logrado una productividad promedio de seis quintales por tarea. Las fincas con mayor tecnología han obtenido una productividad de hasta 16 quintales por tarea.

La media nacional en las fincas de RD es 35 libras

Este rendimiento en la finca de Hato Mayor frente a la media nacional de 35 libras por tarea, es una revolución de productividad en el café dominicano. La producción nacional de café tuvo su mayor apogeo en los 70, cuando el país  exportaba más de un millón de quintales y abastecía las necesidades del mercado nacional. A partir de la década del 90 la producción y la productividad cafetalera nacional empezaron a descender y la última cosecha 2014-2015 se estimó en menos de 100 mil quintales. En 2014 en el país había 2.2 millones de tareas sembradas de café.   

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