No hace demasiado que una jueza terminó en prisión después de quedar envuelta en un escandaloso expediente criminal, bajo los cargos de aceptar soborno para disponer la libertad de algunos de los implicados. El caso no termina, pero se supone que debía contener lecciones, especialmente para sus compañeros. Procuradores fiscales igual se han visto envueltos en engorrosas situaciones. Todo eso vino a ser la culminación de una sucesión de hechos que llevaron al banquillo de los acusados a una institución fundamental: la justicia. Su crédito quedó expuesto de una manera lastimosa. Todavía no se recupera y ha sido necesario comprometerla a una autoevaluación asistida críticamente por la sociedad.
Y ya estamos ante otro escándalo: “Un tribunal de La Romana otorgó la libertad ‘pura y simple’ a cinco venezolanos apresados con un alijo de 359 kilos de cocaína”. ¡Libertad pura y simple!, ha gritado alarmada la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), que no entiende “cómo cinco personas apresadas en flagrante delito, con un cargamento de cocaína superior a los 359 kilos, fueron dejadas en libertad por esa jueza interina de la Oficina de Atención Permanente de La Romana…”.
En una perspectiva fría se podría decir: Habría que ver las razones, los elementos de juicio que llevaron a la magistrada Arístida Mercedes a tomar tan comprometedora decisión.
Es que esa jueza interina ha dispuesto la libertad de cinco hombres, capturados recién el jueves en el aeropuerto internacional de La Romana, con el cargamento de cocaína traído desde Venezuela.
¡Cómo los va a dejar libres!
Todavía se supone que la orden de libertad no ha sido ejecutada. La Procuraduría General de la República debe tener los medios para manejar una decisión que en esencia contraviene la ley. Nadie puede ser liberado cuando ha sido detenido con un cargamento tan grande de cocaína.
El procurador ha expresado preocupación y alarma. Debe impedir que se vayan. Venezuela, que no tiene cuerpo de delito, ya detuvo a tres sargentos de la Guardia Nacional vinculados con el paquete.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia ha abierto una investigación. Debe llegarse hasta el fondo.