“Estamos desconsolados con este asesinato, una persona que solo trabajaba para el sustento de su familia y mira como esos delincuentes me mataron a mi hermano, un hombre que estaba lleno de vida”.
Esas fueron algunas de las palabras que logró expresar con dificultad Domingo Martínez, mientras hacía esfuerzo para contener el llanto producido por el dolor de haber perdido al menor de sus hermanos durante un asalto perpetrado al mediodía del jueves en una sucursal bancaria en la que prestaba servicios como vigilante. La víctima tenía tres hijas.
“Sabino era el menor de nosotros, que éramos cinco hermanos, pero era alguien que vamos a extrañar mucho porque nos aconsejaba y todos nosotros le poníamos mucha atención a sus consejos, puesto que él era cristiano y siempre fue muy serio”, manifestó Domingo, en momentos en que junto a otros familiares esperaba en la mañana en frente al Instituto Nacional de Patología Forense (Inacif) para que le entregaran el cuerpo de su pariente.
Domingo expresó que quiere que se haga justicia y que las autoridades apliquen todo el peso de la ley contra los responsables de la muerte de su hermano, porque no quiere que con este caso pase como con muchos otros, en los cuales los delincuentes salen al poco tiempo de haber cometido un crimen y vuelven a reincidir cometiendo otros delitos.
“Pedimos que se haga justicia, que esto no se quede impune, porque esta ha sido una pérdida que de la que nosotros no nos vamos a reponer. No queremos que si ya tienen algunos apresados, al poco tiempo anden por ahí quietándole la vida a otras personas, como hicieron con nuestro hermano”, dijo.
El occiso será velado en la comunidad La Cuaba, del kilómetro 22 de la autopista Duarte, donde residió. Sus restos recibirán sepultura en el cementerio La Piña, de ese sector.