Vacaciones escolares: qué hacer con los niños

Los niños esperan con ansias la época de vacaciones, y es que al igual que los adultos, necesitan de ellas para despejarse de las tareas habituales que han tenido durante el año escolar, para vivir nuevas experiencias.

Los niños esperan con ansias la época de vacaciones, y es que al igual que los adultos, necesitan de ellas para despejarse de las tareas habituales que han tenido durante el año escolar, para vivir nuevas experiencias. Por otro lado, existe la preocupación de los padres sobre qué harán con los niños dentro de la casa, a quienes muchas veces deben dejar a cargo de otra persona, quien pudiera no estar preparada para atenderles durante todo el día.También existe el temor de que este período del año se convierta en una época de descontrol, difícil de manejar, puesto que los niños entrarán en el período de estar desocupados. Otros se atormentan más al pensar que sus hijos olvidarán parte o gran parte de lo que aprendieron durante el año escolar, y es por ello que recurren a las “vacaciones útiles” (reforzamiento de materias), y otros preferirán inscribir a sus niños en varios cursos y talleres, bajo la premisa de “aprovechar el tiempo libre”.

En realidad, las vacaciones escolares no tienen por qué convertirse en una batalla ni para los padres ni para los niños. Es aconsejable llegar a un punto medio en el que ni los adultos se agobien ni los niños se descontrolen.
De acuerdo con la psicóloga infantojuvenil, Clarissa Guerrero, las vacaciones escolares deben ser recreativas y divertidas para los niños, que experimenten nuevas opciones, diferentes a las del período escolar. “No es beneficioso recargarlos con más cursos y deberes, ya que durante todo el año han tenido que madrugar y cumplir con sus tareas.

La experta dice que las vacaciones escolares servirán para que tanto niños como padres experimenten otro tipo de rutinas y normas que suelen ser más flexibles. Para comenzar, conviene tener presente que vacaciones no debe ser para los niños sinónimo de hacer lo que quieran y cuando quieran. Siempre es importante que los padres mantengan un control sobre los horarios de sueño y comidas, aunque no sean tan rigurosos como durante el período escolar. Lo mismo corre para los permisos de salidas de los hijos mayores y ciertas rutinas mínimas de ayuda en las tareas de la casa.

Si hay opción de ir a campamentos, ya sean con convivencia fuera de casa o urbanos durante la jornada laboral de los padres, es conveniente hacer uso de este recurso. Los niños no pierden contactos sociales y se acostumbran a ver a otras personas. Se fomentan las habilidades sociales y la independencia y responsabilidad personal. El contacto social con otros niños les abrirá nuevas puertas. La posibilidad de experimentar siguiendo sus propios intereses es mayor, por lo que las vacaciones escolares son un momento clave en el desarrollo psicológico de los niños.

Durante las vacaciones escolares también es bueno poner especial cuidado en fomentar la actividad física, porque es una época muy propicia para la inmovilidad por el calor y la falta de obligaciones.

Tampoco debemos pretender que tengan todo su tiempo ocupado con clases y actividades como en el periodo escolar. Como en este época hay más tiempo para estar con los niños, es una buena ocasión para compartir con actividades de ocio.

“Así, es conveniente escoger talleres recreativos teniendo siempre en cuenta los gustos y preferencias del niño, además de brindarles períodos de relajación y diversión, con esto estaremos estimulando su creatividad y las diferentes formas de expresarse, desarrollando su talento y habilidades”, dice Guerrero.

También es importante, dice la especialista, que los padres compartan “tiempo de calidad” con sus hijos, ya que durante el año escolar el tiempo para compartir y disfrutar con ellos es poco. “Que descubran juntos actividades divertidas, que además de desarrollar habilidades y talentos reforzarán las relaciones familiares. Esta temporada libre es una buena ocasión para realizar con ellos actividades de ocio, de recreación, como salir al campo, ir a la piscina, llevarlos al parque, hacer visitas culturales o, simplemente, jugar con ellos sus juegos favoritos”, dice.

Estrechar los lazos familiares

Lo principal es perder el miedo, no agobiarse por tener a los niños todo el día en casa y disfrutar de su compañía. Así, aprenderemos más sobre ellos y reforzaremos su confianza en nosotros. No tiene por qué ser más trabajo para los padres. Podemos enseñarles a realizar las tareas de la casa y que ellos vayan cumpliendo con sus responsabilidades, que se hagan cargo de su habitación, de tener recogidos sus juguetes, su ropa y que colaboren con otras tareas de la casa acordes con su edad. Si bien esto debería hacerse durante todo el año, en el período de vacaciones es más fácil porque tienen más tiempo y es menos agobiante para todos. De esta manera, les enseñaremos a ser más responsables y sentirse parte importante de la casa y su organización.
También es bueno que los niños pasen un tiempo con otros familiares como abuelos, tíos, primos, etc. para que aprendan otras costumbres, pero sin olvidar la disciplina y el respeto.

Sin embargo, al menos una parte de las vacaciones, es aconsejable que los padres la pasen con sus hijos.

Saber
Los padres no deben angustiarse al ver llegar esta época, o si el presupuesto es limitado o no, pues existe una inmensa variedad de actividades que ayudarán a mantener los niños ocupados, no solo a los más pequeños, sino, también a los más grandecitos.

Consejo
Las vacaciones escolares de los niños nos pueden servir para acercarnos más a ellos, disfrutarlos. Se recomienda que los padres vean esta época como una oportunidad, no como un problema.

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