En el Partido Revolucionario Moderno (PRM) la sangre comenzó a llegar al río antes de que ese proyecto político sea, legalmente, una realidad. La renuncia de Tony Peña Guaba del proyecto, es solo un botón que muestra las diferencias internas entre los sectores del expresidente Hipólito Mejía y Luis Abinader en su lucha por la candidatura presidencial. Peña Guaba sostiene que la causa de su renuncia fue que Mejía lo señaló como uno de los responsables de la parálisis que se observa en el PRM desde hace tres meses, además de que le niega el derecho que tiene de participar en una convención para competir por la secretaría general.
“Debido al comportamiento hacia mi persona de la cúpula del Partido Revolucionario Moderno y la acusación del ingeniero Hipólito Mejía de que la parálisis que se observa en el PRM es culpa nuestra…Han hecho que después de una profunda reflexión, desista de participar en el proyecto de creación del PRM por entender que no existen condiciones para seguir siendo parte del mismo”, señala la comunicación dirigida a la Comisión Ejecutiva de la naciente organización política.
En otra parte de la carta, el hijo del extinto líder del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), José Francisco Peña Gómez, le recuerda a Mejía que él junto a Héctor Guzmán, Rafael Montilla y Deligne Ascensión, han estructurado la Comisión Política, las distintas secretarías, frentes de masas y la comisión de reforma estatutaria del PRM.
El pasado martes, Mejía afirmó que el PRM está en parálisis porque Peña Guaba y Roberto Furcal insisten en ocupar posiciones que habían sido acordadas para otros dirigentes.
Peña Guaba también criticó la actitud de Mejía de negarle el derecho que tiene de competir por la secretaría general en una convención como ha pedido Mejía que se escoja el candidato presidencial.
“El compañero Hipólito Mejía ha solicitado al PRM para elegir la candidatura presidencial, con el beneplácito y aceptación de la máxima dirigencia propuesta por el PRM y a mí, que tengo el mismo derecho constitucional de elegir y ser elegido”, se queja.
Peña Guaba dice que el derecho a elegir y ser elegido está estatuido en la Constitución y en los estatutos del PRM, por lo que no se le puede impedir que participe en una convención democrática en un partido surgido casualmente “porque en el sistema de partidos políticos del país la democracia está secuestrada, según el informe del anteproyecto de ley electoral y de partidos presentado el PRM”.
“El PRM no es propiedad privada de nadie”
Más temprano, Hipólito Mejía había advertido que el PRM ni ningún otro partido es propiedad privada de nadie, y que por ello “nadie tiene derecho a repartir las posiciones internas entre sus seguidores”. El PRM, antigua Alianza Social Dominicana (ASD) está bajo el control de la familia Abinader por lo que las autoridades legales siguen siendo las de la ASD y a eso se atribuye que no se haya convocado la asamblea para concluir su formación legal.