El lunes 23 de abril de 1984 los barrios marginados de la capital y el interior del país iniciaron un levantamiento popular que culminó tres días después con un saldo oficial de más de 125 personas muertas.El levantamiento popular, bautizado por el profesor Juan Bosch como “poblada”, estuvo precedido de más de un año de denuncias y protestas en todo el país por parte de los Comités de Lucha Popular (CLP), dirigidos por la izquierda, y las comunidades Cristianas de Base (CCB), influenciadas por sacerdotes católicos militantes de la Teología de la Liberación, en contra las negociaciones que el gobierno del expresidente Salvador Jorge Blanco realizaba con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estrenaba en América Latina la llamada “Política de Shock”.
La “Política de Shock” enarbolada por el FMI era la propuesta de los economistas formados en la Escuela Económica de Chicago (Chicago Boys), y que encabezaba el Premio Nobel de Economía Milton Friedman, la cual planteaba que en medio de la conmoción y confusión interna se pueden hacer reformas impopulares que recuperen la economía.
Para entonces, el tercer gobierno del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) que encabezaba Jorge Blanco atravesaba por una situación económica difícil caracterizada por una inflación galopante, la cual había iniciado en 1981 y que obligaron a adoptar las primeras medidas restrictivas, lo que generó el rechazo de los sectores populares.
En 1981 la crisis presupuestaria obligó al gobierno a limitarse económicamente y a adoptar las primeras medidas de austeridad, lo que se complicaba con el aumento de los precios del petróleo y por ende con el encarecimiento de los productos de primera necesidad.
La crisis económica se combinó con el malestar social, lo que contribuyó a que en sentido general se unieran voluntades contra las negociaciones con el FMI y las políticas económicas que venía aplicando el gobierno de Jorge Blanco, alejando así al PRD de sus bases de sustentación.
“El palo acecha’o”
Culminada las negociaciones con el FMI, el Gobierno decidió aprovechar el largo asueto de Semana Santa para hacer efectiva la política fondomonetarista, por lo que entre sábado y domingo todos los productos del mercado nacional subieron en más de un 500% (hay quienes aseguran que 700%), lo que impactó en la psiquis de la población que despertaba el lunes 23 en medio de esa pesadilla.
Las autoridades del PRD no tomaron en cuenta el impacto que en el imaginario popular tiene el mes de abril en el sentido de que en dicho mes “siempre ocurre algo” en el país, y sobre todo cuando esa misma semana se cumplían 19 años de la revolución de 1965 y 11 del desembarco en Playas Caracoles del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
Para la psiquis popular, el aprovechar el feriado de Semana Santa para aplicar la receta fondomonetarista fue un “palo acecha’o”, es decir, un acto de traición del gobierno de Jorge Blanco y el PRD hacia la población más pobre, su aliada tradicional.
La poblada
Los reportes de las radioemisoras más populares de entonces: Radio Mil, Radio Popular y Radio Comercial, despertaron a la población dominicana informando de protestas y quemas de gomas en el populoso sector de Capotillo, en la parte norte de la capital.
De acuerdo con los reportes, las amas de casa pegaban el grito al cielo en los colmados por el alza descomunal de precios de los productos de consumo básico, a lo que siguió la reacción de los jóvenes de los sectores que tomaron las calles, incendiaron autobuses del transporte y locales de instituciones públicas.
De barrios populares como Simón Bolívar, Cristo Rey, Gualey, Villa Juana y Villas Agrícolas, el movimiento pasó a Los Mina, Villa Duarte, Herrera y Los Alcarrizos y zonas aledañas, arropando para la media mañana toda la capital, con excepción de aquellos sectores del casco central y otros exclusivos habitados por las clases media alta y rica.
Ya para el mediodía se informaba de violentas protestas en ciudades y municipios de Santiago, San Francisco de Macorís, La Vega, Sánchez Ramírez, Salcedo, Puerto Plata, Valverde, San Juan de la Maguana, Barahona, San Cristóbal, Peravia, San Pedro de Macorís, La Altagracia, La Romana, El Seibo y Hato Mayor, entre otros pueblos.
La reacción
Aunque en principio el Gobierno pensó que se trataba de un movimiento con dirección política dirigido a socavarlo, lo cierto es que la explosión social sorprendió a todos los grupos políticos, aunque en medio de la situación sí trataron de sacar provecho político en contra del gobierno del PRD.
Distintas versiones atribuyen al doctor José Francisco Peña Gómez, líder del PRD, haberse presentado al Palacio Nacional y advertirle al presidente Jorge Blanco que si no sacaba a las Fuerzas Armadas (Ejército, Marina y Aviación) de seguro lo tumbarían, ya que la Policía Nacional no podía contener las violentas protestas.
Abril de 1984 marcó al PRD e impactó al FMI
Los tres días de enfrentamientos callejeros de abril de 1984 marcaron al gobierno y al PRD, distinguiéndose dos discursos: en el Palacio Nacional se hablaba de conspiración para derrocar y Peña Gómez de respuesta a la política económica. Una poblada similar se produjo años más tarde en contra del gobierno de Carlos Andrés Pérez, en Venezuela, lo que obligaría al FMI a abandonar la imposición de las del shock y a negociar reformas con los gobiernos.