Santiago. Las precariedades por las que atraviesa el hospital regional José María Cabral y Báez no han impedido dar servicios a 25,022 extranjeros en su mayoría de nacionalidad haitiana. Con el desmonte de la cuota de recuperación, según sus autoridades, son cada vez más los que requieren estos servicios.
Tan solo de pruebas por laboratorio se hicieron 12 mil 226 a extranjeros de la vecina nación.
En las estadísticas que lleva el Cabral y Báez coloca entre los cuatro cuadros uno para extranjeros haitianos, otro para cubanos, otro colombianos y un cuarto cuadro dice otros, pero en estas tres últimas categorías ninguno acudió a ese centro de salud.
De las consultas por primera vez, los 1,142 que acudieron fueron todos de nacionalidad haitiana, mientras 3,994 fueron de emergencias y 2,322 de egresos.
En el encasillado de partos, acudieron al hospital regional José María Cabral y Báez 924 parturientas haitianas y a 146 tuvieron que practicarles abortos.
Mientras que sonografías les fueron practicadas a 655 y un total de 1,588 radiografías.
El promedio mensual de atenciones a pacientes haitianos supera los 1,200. Para poder resolver sus problemas financieros el Cabral y Báez requiere de aproximadamente un presupuesto de 30 millones de pesos al mes, pero apenas aún solo recibe entre diez y quince millones.
Los servicios a extranjeros representan aproximadamente el 25 por ciento de los que acuden y casi un 30 por ciento del consumo de los ingresos.
Otro de los inconvenientes que presenta el hospital es que los trabajos de reconstrucción permanecen paralizados por falta de recursos económicos. A mediados de año, el Gobierno anunció la intervención del hospital con una inversión que supera los mil 500 millones de pesos.