De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Población, los hijos e hijas, parejas y exparejas, nietos y nietas y familiares cercanos son quienes más maltratan a las personas adultas mayores.El 79% de las personas adultas mayores del país ha sufrido o sufre maltratos por sus familiares directos como hijos e hijas, exparejas y particulares, reveló un estudio presentado ayer, el cual señala que el 14% ha sufrido maltrato de índole sexual.
El estudio “El maltrato hacia las personas mayores en la República Dominicana”, de la autoría de Margot Tapia, fue presentado ayer por el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (Conape), y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUP).
“Los hijos y las hijas son los principales perpetradores de violencia contra las personas mayores”, dijo Tapia, al presentar el estudio elaborado en el año 2010 con una muestra de 600 adultos mayores de entre 65 y 74 años, la mayoría incorporada a algún tipo de actividad productiva, lo que revela que respondieron a la encuesta en pleno estado de conciencia.
De acuerdo con el estudio, el 91% de las personas adultas mayores aseguró haber recibido violencia emocional a través de humillaciones con palabras, indiferencia o ser ignoradas.
Otros tipos de maltratos sufridos por los envejecientes son insultos y palabras ofensivas, amenazas, violencia física, empujones y jalones de pelo, golpes, bofetadas y trompones, golpes con puños, palos y armas blancas, negligencia y violencia patrimonial.
El 11% de los hombres y el 13.6% de las mujeres afirmaron haber sido víctima de abuso sexual; el 2% aseguró haber tenido problemas con las personas que administran sus recursos, el 23.4% informó sobre negligencia, descuido de su alimentación, higiene y falta de cuidados médicos por parte de sus hijos e hijas, nietos, su pareja y cuidadores particulares.
El 32% sostuvo haber sido víctima de amenazas, el 32.5% fue objeto de empujones y jalones de pelo, el 15% fue agredido a través de golpes, bofetadas y trompones y el 9% precisó que fue agredido con armas blancas, puños y palos. “Las hijas e hijos aparecen como los principales maltratadores (29%), seguido por las parejas o ex parejas (23%) y en tercer lugar los nietos y nietas (17%). El Maltrato lo cometen personas de las cuales esperan apoyo y protección”, apunta.
El 56% de las personas encuestadas fueron mujeres y el 44% hombres, y el 38% se concentró en el intervalo de edad de 65 a 69 años, mientras que el 64% de la muestra del estudio reside en la zona urbana y el 36% en la zona rural.
Precisa que el 38% de las personas encuestadas se declaró viuda, siendo el 19% hombres y el 52% mujeres, fenómeno explicado a que las mujeres tienen mayor esperanza de vida que los hombres, además de tener la tendencia a no volverse a casar cuando enviudan, mientras la mayoría de los hombres se inclinan a buscar otra pareja.
La encuesta también reveló que los mayores ingresos económicos de los hogares donde residen personas adultas mayores provienen de ellas mismas o de su pareja, aportando el hombre el 70% y las mujeres el 30%. Los hijos un (19%), por lo que aportan más que las hijas que es un (13%). Significativo es señalar que el 89% de las personas encuestadas afirmó recibir ingresos mensuales por debajo del salario mínimo, en este caso el 86% de los hombres y el 95% de las mujeres. El salario mínimo para el sector formal oscila entre los RD$6,035 y los RD9,905.
En épocas recientes la población adulta o envejeciente se ha incrementado debido al aumento de la esperanza de vida, que ha crecido de forma significativa en numerosos países lo que produce una abundancia de población madura y longeva.
“De muchas formas se maltrata a los mayores”
Durante la presentación del estudio, Nathalie María, directora del Conape, observó que el maltrato se presenta de muchas maneras: con hechos, con palabras y hasta con dejar de hacer acciones para el reconocimiento de los derechos humanos. Explicó que la encuesta enfoca algunas características socioeconómicas de los adultos mayores, como son viviendas, escolaridad, ingresos mensuales, zona de residencia, pensión, entre otros, para luego tratar las formas en que los adultos mayores son maltratados.
