Declarar de emergencia la solución eléctrica

Desde principios de la década de los años ‘70, el sistema eléctrico nacional entró en una interminable crisis que ha llevado al pueblo dominicano a la desesperación, y hasta suerte hemos tenido de que esta larga crisis eléctrica no haya producido&

Desde principios de la década de los años ‘70, el sistema eléctrico nacional entró en una interminable crisis que ha llevado al pueblo dominicano a la desesperación, y hasta suerte hemos tenido de que esta larga crisis eléctrica no haya producido un estallido social de graves consecuencias.

Cada presidente de la República ha dicho que va a resolver el desesperante problema eléctrico, pero todo se ha quedado en discursos y en propuestas que nunca pasan de la mesa de dibujo al sitio de construcción, porque dentro y fuera del Palacio Nacional hay intereses cimentados sobre la crisis, pero no sobre la solución, y en consecuencia hay más intereses que dependen y se benefician de la crisis eléctrica, que intereses en la solución de la vieja crisis eléctrica, y al final de cuentas se impone como solución el mantenimiento de la crisis, en lugar de imponerse una solución mediante la instalación de plantas eléctricas de gas natural y carbón.

Ahora, el presidente Danilo Medina, de buena fe, habla de su interés en un pacto eléctrico, sin tomar en cuenta que las ovejas no pueden hacer pactos con lobos, salvo que las ovejas estén conscientes de que el pacto implica servir de almuerzo a lobos siempre hambrientos que en los últimos 10 años se han comido casi 10 mil millones de dólares en subsidios eléctricos, sin que ese dinero haya servido para instalar un solo kilovatio de potencia.

Danilo Medina, quien atendiendo a un reiterado reclamo nuestro y de todo el pueblo dominicano, se atrevió a rechazar la primera enmienda hecha por Leonel Fernández al contrato especial de arrendamiento minero de la Barrick Gold, ha logrado que Barrick firme una segunda enmienda que realmente beneficia al pueblo dominicano, la cual ha representado su mayor logro político como Presidente; y tiene ahora, como siguiente reto político importante, corregir lo que está mal en el sistema eléctrico nacional, instalando cuatro plantas eléctricas duales, de 300 MW cada una, que operen con gas natural y con carbón mineral, de forma tal que se escoja el combustible que esté a menor precio y produzca el kilovatio/hora a menor costo.

Pero instalar esas plantas eléctricas de bajo costo operacional choca con grandes intereses internos y externos al Gobierno, los que se benefician de esta vieja crisis eléctrica y boicotean cualquier solución, motivo por el cual la solución estructural no está en consensuar con las partes interesadas, sino en declarar en estado de emergencia el sistema Eléctrico Nacional, y en base a esa declaratoria autorizar la inmediata instalación de cuatro plantas de 300 MW cada una, donde sea y como sea, contra viento y marea, con licitación o sin licitación, porque los 10 mil millones de dólares que hemos entregado en subsidios eléctricos no los recuperaremos nunca, y si no instalamos rápidamente las nuevas plantas, seguiremos entregando cerca de 1,500 millones de dólares anuales en subsidios eléctricos, y cuando llegue el 2016 tendremos que renovar obligatoriamente los odiosos contratos del Acuerdo de Madrid, y seguiremos en crisis y en quiebra.
Si Danilo Medina quiere corregir lo que está mal, haciendo lo que nunca se ha hecho, tiene la oportunidad de declarar en estado de emergencia el sistema eléctrico nacional y declarar de alta prioridad la instalación de cuatro plantas eléctricas duales, que operen con gas natural y con carbón mineral, a instalarse inmediatamente, puede Danilo estar seguro de que así como el pueblo lo respaldó en la lucha contra el contrato Barrick, lo apoyará en la declaratoria de emergencia del sistema eléctrico, y en su solución. l

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