Cómo saber que “algo” anda mal en la conducta del niño

 Cuando un menor de edad ha sido o está siendo abusado sexualmente, hay cambios en su conducta que te pueden ayudar a identificar el problema.La estabilidad emocional y física de un infante es responsabilidad de sus progenitores. Cuando…

 Cuando un menor de edad ha sido o está siendo abusado sexualmente, hay cambios en su conducta que te pueden ayudar a identificar el problema.

La estabilidad emocional y física de un infante es responsabilidad de sus progenitores. Cuando esta se ve afectada y no se toman medidas drásticas para superar el trauma, el niño o la niña crecerá con inseguridades y miedos, sentimientos que “arrastrarán” durante toda su vida.

En el caso de que el infante haya sido víctima de un abuso sexual, el modo en cómo se reacciona ante dicha situación es clave para sacar al menor del entorno del depredador.

Nadie conoce a sus hijos como la madre o el padre, por tal razón, es de suma importancia que ellos sepan identificar cuando “algo” anda mal, según comenta Clarissa Guerrero, terapeuta Infanto-Juvenil, quien en la edición del pasado lunes dio consejos de cómo hablarles a los niño acerca de los depredadores sexuales y qué deben hacer para evitarlos.

“Cada padre conoce muy bien a sus hijos y las expresiones de que algo puede estar pasando varía según la personalidad del infante. Pero existen señales generales que pueden orientarlos. Como por ejemplo, si el niño o la niña comienza a tener dificultad para conciliar el sueño o tiene pesadillas nocturnas”, explica Guerrero.

Otros aspectos que no se deben pasar por alto, según la experta, son los cambios en los hábitos alimenticios. Si el niño o la niña comienza a tener falta o exceso de apetito; si muestra signos de ansiedad, como morderse las uñas, halarse el pelo, rascarse la piel o si presenta caída del pelo, entre otros.

“Una conducta común cuando el niño está siendo abusado es el aislamiento social, en especial cuando presenta falta de motivación por las actividades que anteriormente le llamaban la atención. Así como también la aprehensión y necesidad de constante presencia de un adulto cuidador”, agrega.

También es importante observar si el menor ha tenido una baja en la escolaridad y si tiene conductas o manejo de temas sexuales de una manera no adecuada para su edad. Tomando estos puntos de referencia para poder actuar ante la situación. l helen Jáquez

Nunca se debe ocultar la situación

“Muchas veces los abusos son perpetrados por familiares cercanos y ante esto los padres no saben cómo manejar la situación y prefieren “negarlo” .

Si estamos seguros de lo que está pasando se debe actuar rápido, validar las emociones del niño y hacerles saber que le cuidaremos y aseguraremos que supere el abuso, haciendo todo lo que esté al alcance”, dice Guerrero.

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