Apesar de que la temperatura ha “bajado” un poquito y que la época del año en la que nos encontramos “llame” más a visitar valles y montañas, aún se puede disfrutar de las ricas aguas del mar Caribe que rodea a Quisqueya.¿Adónde puedes ir a disfrutar del cálido sol caribeño y de las aún templadas aguas de azul cristalino? Pues al pueblo de Bayahíbe, el cual está ubicado a unos 16 kilómetros al este de la ciudad de La Romana.
Este pueblo (Bayahíbe) se fundó en 1874 y permaneció como una aldea de pescadores durante muchos años, antes de convertirse en el destino turístico que es hoy: manantiales llenos de fresca agua dulce, una bahía excelente para ser utilizada como ensenada, abundancia de arrecifes coralinos poblados por peces, moluscos y crustáceos, área terrestre con manglares y zonas susceptibles de ser cultivadas.
Allí abundan restos de cerámica, generalmente chicoide, objetos de piedra pulida, y restos de conchas también se encuentran con facilidad en toda la zona, principalmente en la playa que hay frente a los manantiales más cercanos al mar y en el entorno de los mismos. Los restos arqueológicos, tanto de época precerámica como del período taíno, atestiguan que Bayahíbe fue un poblado de recolectores, pescadores y agricultores en época prehispánica muy desarrollado.
La playa de Bayahíbe, que lleva este mismo nombre, está a menos de dos kilómetros de distancia del centro del pueblo y sirve de puerto de embarque para las excursiones que llevan a la isla Saona. También cercana, a menos de cuatro kilómetros, se encuentra la playa Dominicus, la cual posee la Certificación Internacional Europea Bandera Azul (European Blue Flag International Certification), la cual se otorga a las playas que cumplen con los requisitos de calidad del agua, educación medioambiental y servicios de seguridad.
Un pueblo turístico
Una de las principales atracciones de Bayahibe es el buceo; hay por lo menos 10 tiendas de buceo alrededor de la playa principal, muchas de ellas llevan a los aficionados al buceo a diferentes áreas; existen más de 20 sitios donde se puede ir a participar este deporte. En la actualidad, Bayahíbe ha dejado a un lado la pesca como primera actividad para dedicarse de lleno a la industria turística.
A partir de la década de los noventa comenzaron a realizarse excursiones que parten del pueblo al Parque Nacional del Este, localizado en el extremo suroriental del país, en la provincia La Altagracia, entre los poblados de Boca de Yuma y Bayahíbe. La zona territorial de este Parque Nacional consta con una gran cantidad de cuevas y cavernas, entre las que se encuentran: Cueva de Berna, Cueva del Puente, Cueva de Chicho, Cueva de Luis y Cueva de José María, entre las más importantes.
Al aumentar las proporciones de las visitas al área protegida y elevarse el número de embarcaciones que tienen como base la playa de Bayahíbe, los puestos de trabajo para dueños de lanchas se multiplicaron y la pesca dejó de ser el medio de subsistencia principal de los moradores del pueblo.
La llegada de los grandes hoteles diversificó aún más las actividades de sus pobladores, que en gran medida trabajan ya en la zona hotelera o tienen negocios relacionados con las visitas que los turistas de los hoteles realizan regularmente al pueblo.
A pesar del crecimiento del turismo en la zona no se ha descuidado la protección del medio ambiente, ya que los hoteles de Bayahíbe han unido esfuerzos para preservar los recursos naturales con la creación de un área merecedora del Premio Green Globe, parte de un programa internacional que reconoce a organizaciones que hacen una significativa contribución al desarrollo sostenible. l
El origen del nombre de Bayahíbe
Bayahíbe es una palabra indígena. Su significado no se conoce con seguridad, pero existen muchos topónimos taínos que incluyen la palabra taína “Baya”, que es el nombre que se le daba a un molusco bivalvo, parecido a las almejas que se encuentran pegadas a las rocas o a las raíces de los mangles. “Jibe”, o “Hibe” (es la misma palabra) corresponde al nombre que le daban los indígenas a una especie de cedazo fabricado con palitos que se utilizaba para tamizar la harina de yuca durante el proceso de la fabricación del cazabe.
