HOLGUIN, Cuba — El huracán Sandy, con sus ráfagas de hasta 165 kilómetros por hora, atravesó este jueves el oriente de Cuba, donde hubo lluvias torrenciales e inundaciones que causaron el derrumbe de viviendas y destrozos en cultivos de café y tomate pero sin que se reportaran muertos.
Sin embargo, dos personas perecieron a consecuencia de Sandy, una en Jamaica y otra en Haití.
“Las provincias más afectadas fueron Santiago de Cuba y Holguín”, dijo el coronel Luis Angel Macareño, de la Defensa Civil.
Según Macareño por órdenes del presidente Raúl Castro se “evalúan los daños y las pérdidas”, las cuales son más notables en los sectores de la vivienda, alimentación y telecomunicaciones.
Aún después de azotar la mitad oriental del territorio cubano, Sandy no perdió intensidad como suele ocurrir con las tormentas cuando pasan sobre tierra. Aún no se tiene un reporte completo de daños.
“A la 1:00 am (0500 GMT), tocó tierra como huracán categoría 2 por un punto cercano a Playa Mar Verde… en la provincia de Santiago de Cuba; tomó rumbo al norte y atravesó toda la región oriental prácticamente sin perder intensidad ni su estructura”, informó el jefe del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba, José Rubiera.
En República Dominicana más de 8.700 personas fueron evacuadas y 77 comunidades quedaron incomunicadas debido a las inundaciones provocadas por Sandy, informaron el jueves los organismos de socorro.
Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencias, detalló que las zonas más afectadas se encuentran en Barahona, 200 kilómetros al oeste de la capital, así como en los alrededores de Santo Domingo y en la zona central del país.
El sistema eléctrico sufrió daños y se generó en la mañana del jueves un apagón general en todo el país, mientras las clases fueron suspendidas en todas las escuelas, muchas instituciones públicas, incluidos los tribunales, cancelaron sus actividades.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó que se espera que siga siendo huracán mientras avanza por las Bahamas.
Los pobladores en la ciudad cubana de Holguín, a unos 700 kilómetros de la capital, salieron de sus viviendas el jueves por la mañana luego de una noche sin electricidad. En las calles se encontraron con palmeras y postes derribados que obstruían el tránsito.
Norje Pupo, un jubilado de 66 años, intentaba retirar un enorme árbol que cayó en su jardín.
“Es un costo muy grande para la economía del país y para la agricultura… pero somos capaces de salir adelante “, dijo Pupo a The Associated Press.
En Santiago de Cuba, la segunda ciudad más importante del país y ubicada en el extremo oriental de la isla, los vecinos pasaron la noche sin dormir luego de oír con preocupación por varias horas el sonido del viento y la intensa lluvia golpeando contra paredes y ventanas.
“Estamos todavía mojados, sacando escombros, hojas y ramas que arrastró el viento. Fue algo muy desagradable”, comentó Yolanda Tabío, una jubilada de 64 años. Aseguró que techos de zinc de varias casas volaron por el aire en la madrugada y su parroquia se derrumbó.
Postes de luz y cables estaban tirados por el piso.
En la localidad de Siboney, a unos 14 kilómetros de la urbe santiaguera, las olas alcanzaron los 10 metros de altura y el agua penetró varios metros tierra adentro.
La caída de postes afectó las conexiones de luz y teléfono.
Unos 5.000 turistas fueron evacuados de los complejos playeros de Holguín antes de la tormenta, junto con 10.200 habitantes, de acuerdo con medios cubanos. Otras 3.000 personas fueron desalojadas de zonas bajas en Las Tunas. Paralelamente se informó sobre daños — no cuantificados — a los cultivos de café y tomate en la provincia de Granma.
En la Base Naval de Guantánamo, situada en territorio estadounidense, cuadrillas de trabajadores reparaban las líneas del tendido eléctrico, que fueron derribadas, y retiraban escombros.
La tormenta dejó sin electricidad a gran parte de la base, dañó techos y ventanas de algunos los edificios más viejos, una marina, y varias embarcaciones recreativas pequeñas privadas que se soltaron de sus amarras.
No hubo lesionados, señaló Kelly Wirfel, una vocera de la base militar, la cual tiene una población de aproximadamente 5.500 residentes. Tampoco hubo daños a los edificios de la prisión que alberga a 166 prisioneros, dijo el capitán de la Marina de Guerra Robert Durand, un vocero del centro de detención.
La tormenta además obligó la cancelación del último día de audiencias previas al juicio del prisionero acusado de planear el ataque del 2000 al destructor estadounidense USS Cole. La audiencia se programó tentativamente para ser reanudada en diciembre.
El resto de Cuba sufrió algunas lluvias intermitentes pero sin importancia.
El Centro de Huracanes en Miami informó que Sandy seguiría siendo un huracán cuando pase por las Bahamas y podría causar también condiciones de tormenta tropical en la costa sudoriental de Florida, los Cayos Septentrionales y la Bahía de ese estado, el viernes por la mañana.
Asimismo, Sandy podría combinarse con otros sistemas meteorológicos para provocar una gran tormenta en el noreste de Estados Unidos la semana próxima, de acuerdo con expertos federales y privados.
“Habrá dos días difíciles desde Hatteras (Carolina del Norte) hasta Cabo Cod (Massachusetts)”, dijo el meteorólogo Jim Cisco, de la Agencia Nacional para el Océano y la Atmósfera, en College Park, Maryland.
El miércoles a su paso por Jamaica un anciano murió luego que una roca cayó sobre su casa de madera, informó la policía. En el suroeste de Haití una mujer pereció después de ser arrastrada por un río cuando trataba de cruzarlo.