Deben ser cautos

Un grupo de jóvenes que se definen como “Libertarios” llevaron la lucha del 4% para la educación…

Un grupo de jóvenes que se definen como “Libertarios” llevaron la lucha del 4% para la educación a una escuela pública. Hasta ahora, los escenarios eran otros. El Congreso Nacional resultó magnífico mientras se debatía el Presupuesto de 2012.

La demanda del 4% es bien vista, especialmente si se libra de manera pacífica y ciudadana. Una práctica formadora, en tanto abre diversos debates sobre la enseñanza y los recursos que se destinan a ello, y liberadora, en la medida en que los actores aprenden del recurso dialogado para conseguir objetivos constructivos.

Pero cuando el movimiento se orienta por ocupaciones, o algunas de sus tendencias acuden a esas vías de hecho, inquieta. Inquieta porque ya hemos visto cómo se altera el programa escolar en la escuela República de Argentina.

Imagínese si a los “Libertarios” se les ocurre continuar su movimiento de ocupación de otras escuelas en la geografía nacional. Un contrasentido de quienes “luchan” en favor del cuatro por ciento. Sería una obstrucción   del plan de enseñanza del año lectivo 2011-2012.

Y lógicamente que los líderes más reconocidos de la Coalición por una Educación Digna no pueden aprobar ese tipo de comportamiento. Ayer, algunos de sus dirigentes mediaron con el ministerio de Educación para lograr que sus solidarios abandonaran la escuela.

Habría que esperar que la actitud de los “Libertarios” no sea una tendencia, porque afectaría la imagen de un movimiento que ha sabido navegar con buena imagen en la población.

De todas formas, no está de más que aprovechemos el acto de ocupación para hacer algunas observaciones. El presupuesto de 2012 no incluyó el 4 por ciento. Insistir en ese reclamo para el próximo período, sin pausa, ameritaría una seria reflexión de los dirigentes de la Coalición.

Ya la Coalición tomó la previsión de comprometer con la demanda del 4% a quienes aspiran a dirigir el país. Y como estamos en un proceso electoral, sus conductores deben ser muy cautos para no dañar lo que han logrado hasta ahora en la estima de un apreciable sector de la población.

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