Santiago. Feligreses de la casa de Emaús iniciaron jornadas de oración frente a ese templo, de donde desaprensivos robaron la limosna.
Desde que fue profanado el templo católico, el pasado domingo, el lugar fue cerrado, aunque se sigue celebrando la palabra a las 6:30 de la mañana y 6:00 de la tarde en la terraza.
Los que acuden a la vigilia reclaman de mayor presencia policial, pues solo un agente supervisa la zona y casi siempre en horas de la mañana.
“Al parecer el pasado domingo, cuando monseñor De la Rosa y Carpio terminó de oficiar la misa, el delincuente se quedó trancado y cuando el sacristán abrió en la mañana logró salir con el dinero sin que éste se diera cuenta”, explicó a elCaribe Ramón Cruz, que trabaja en el lugar.
Cruz agregó que antes de ese robo ya se habían robado “hasta el zinc” de la misma iglesia.