¡No perder las esperanzas! Debía ser el gran lema de muchos políticos dominicanos, aún el que cuente con el menor soporte partidario.
Hay que dar la pelea, sin denostar, desacreditar y zaherir en términos justo al umbral de la violencia.
Es muy simple. Nada más hay que ver la determinación, el arrojo con que los socialistas de España, la gente del Partido Socialista Obrero Español, que a la zaga de todas las encuestas, con la crisis económica sobre las espaldas, con los indignados, con miles de personas temerosas de incumplir sus compromisos hipotecarios, sin empleos, no se dan por vencidos, y apuestan todo a una recuperación incierta de aquí al 20 de noviembre.
Chequear esa actitud ayuda al más descreído a confiar en la victoria sin tener que desgarrar hasta las entrañas a sus contrarios, sin que sea necesario. Aún están a tiempo. El país (República Dominicana), bajo el fuego de la violencia, lo agradecerá.