Raúl Monegro, coordinador del Falpo en San Francisco de Macorís, consideró que con la medida anunciada por el mayor general José Antonio Polanco Gómez se engaña a la población ya que se trata de un plan para enfrentar las protestas populares.
Dijo que si bien la delincuencia es un problema que se agranda cada día y la seguridad ciudadana es una de las demandas más sentidas de la población dominicana, el lanzamiento de guardias a las calles será otra acción fallida del gobierno, tras afirmar que “la delincuencia es realmente fruto la pobre inversión del Estado en la educación».
Aseguró que la delincuencia es promovida también, por la corrupción administrativa y alimentada por la falta de respuestas por parte del gobierno ante las demandas sociales.
“El gobierno de Leonel Fernández y el PLD, han fracasado en su política económica y social, evidenciado en el empobrecimiento de la gran mayoría de los dominicanos y el abandono de las comunidades, ha articulado un plan que se apoya en los organismos represivos del Estado para contener la legítima y esperada rebeldía popular y por eso ha focalizado a pueblos como San Francisco de Macorís, Santiago y otros donde las protestas populares y luchas estudiantiles son constantes”, señaló Monegro.
El dirigente popular dijo que no es casual que a San Francisco de Macorís llegara un contingente militar de 50 guardias pertenecientes a las filas del Ejército, Fuerza Aérea y la Marina de Guerra y que entraron en acción este jueves al enfrentar con lluvias de bombas y disparos horizontales a los estudiantes que se manifestaban en el CURNE.
Entiende que los militares serán destinados a reforzar fundamentalmente en los lugares donde las protestas populares son más frecuentes.
Monegro denunció que el PLD pretende aprovechar el incidente ocurrido el pasado jueves en el CURNE, en el que el ganadero Orión Negrín lanzó su camión a los estudiantes, empleados y profesores que se encontraban en vigilia pacífica y ordenada contra la privatización de la UASD.
Afirmó que el ganadero trató de disparar su escopeta contra el presidente de la Federación dominicana de Estudiantes (FED), Rafael Cabrera, en una acción que tipificó propia de un provocador mandado por el gobierno.
