SANTO DOMINGO ESTE. Después de la tempestad, llega la calma. Debajo del farallón y a pocos metros de lo que fue el sector Altos de Brisas del Este, demolido el pasado sábado, muchos de los desalojados que no han podido albergarse donde algún familiar se han refugiado provisionalmente en dos carpas blancas que mandó a habilitar el empresario del transporte Juan Hubieres.
Los únicos muebles dentro de la tienda de campaña improvisada son las cinco camas montadas sobre bloques de cemento en las que más de 25 personas, entre adultos y niños se distribuyen para dormir desde hace cuatro días. Natividad Castillo, madre de dos de los desalojados dice que allí se sobrevive gracias a la solidaridad de los vecinos que “les pasan un plato de comida”.
La señora denunció que empleados del Ayuntamiento cargaron con todas sus pertenencias en cinco camiones. “Ellos se metían primero en las casas y sacaban todo lo que había de valor y después le metían el ‘greda’. Nos quedamos sólo con la ropa de encima”. Mientras, los regidores del Partido Revolucionario Dominicano calificaron de ilegal el desalojo que, según afirman, se produjo sin la aprobación de una resolución del Concejo. Aseguraron que el Cabildo adelantó la acción antes que se conociera el recurso de amparo previsto para este jueves.
