Tamboril. Las grietas formadas por el temblor de tierra ocurrido en enero del pasado año mantienen atemorizados a los 147 estudiantes y a los maestros de la Escuela Primaria Juan Antonio Alix de la comunidad Canca Abajo en este municipio.
El director del centro, profesor Gilberto García, pide la intervención de las autoridades ante el progresivo deterioro.
Dijo que cuando llueve optan por despachar a los estudiantes, ante el temor de quedar atrapados, debido a que el agua penetra por las grietas.
“En esta situación llevamos casi dos años y ninguna autoridad se ha presentado ante nosotros”, apunta García al ser entrevistado para El Caribe. En la escuela Juan Antonio Alix se imparten dos tandas, 71 estudiantes toman docencia en la mañana y 76 en la tarde. En tanto que en la escuela Luz María López, a escasa distancia de la Alix, otros 87 alumnos tienen que arriesgarse a hacer sus necesidades fisiológicas en una letrina sin techo, cubierta en sus lados con zinc y madera.
Cuando llueve, prácticamente es como si estuvieran a la intemperie, pues cae agua en el interior. La maestra Ana Hilda Cabrera considera que el mayor problema es que cada vez que llueve toda el área se anega y los estudiantes y maestros no pueden salir.
